La cosecha de uva certificada bajo la DOP Uva Embolsada del Vinalopó alcanzará este año los 35 millones de kilos, un 10 % menos con respecto a la cifra inscrita en 2022, según ha avanzado el Consejo Regulador de la DOP en un comunicado.
El calor y la alta incidencia de las plagas y enfermedades están complicando aún más la campaña de la uva de mesa embolsada del Vinalopó con DOP, al sumarse a la caída de la demanda por la inflación y a la mayor competencia desde otros países.
Según la Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó, desde el pasado 28 de agosto, los consumidores ya pueden encontrar o solicitar en sus establecimientos habituales de compra esta uva tradicional alicantina, de la que hasta el momento se ha recogido la variedad Victoria, la más temprana. También se está comenzando a cortar la emblemática “Ideal” (moscatel italiano), Doña María o Red Globe.
Tras una campaña 2022 marcada por el gravísimo aumento de costes de producción, estancamiento de la demanda y consecuente caída de rentabilidad, se inicia la campaña 2023 con previsiones complicadas en términos tanto de producción como de comercialización.
“En 2022, los mercados ya no mostraron el tirón de los dos años anteriores y el inicio de esta campaña 2023 apunta la misma tendencia; además, nos hemos encontrado con dificultades importantes en la producción debido al calor y a la alta incidencia de plagas y enfermedades existente en la presente campaña”, han apuntado desde el Consejo Regulador.
El problema es multifactorial, ya que esta coyuntura adversa provoca que los precios pagados a los productores caigan significativamente respecto a años anteriores, lo que hace que la rentabilidad de muchas explotaciones se hunda.
Este año se prevé una ligera caída de producción, que en estos momentos ronda los 35 millones de kilogramos (alrededor de un 10 % menos respecto a la inscrita al cierre de 2022).
Desde la DOP apuntan a que este dato no se puede considerar como definitivo, ya que más adelante suelen tener lugar importantes regularizaciones en la producción. No obstante, advierten que el sector se encuentra en una situación muy complicada y que precisa, de una vez por todas, de medidas urgentes.
La calidad marca la diferencia
Pese a esta situación tan difícil, desde la DOP han lanzado un mensaje optimista con el argumento de que es un hecho que la diferenciación que aporta la marca de calidad “Uva de mesa Embolsada del Vinalopó” es una garantía cada vez más valorada por los consumidores. De hecho, 2022 se cerró con un aumento de más del 16 % de la producción certificada en DOP.
La presentación de esta nueva campaña 2023 tendrá lugar en el municipio de Aspe el próximo día 6 de septiembre, en un acto que estará presidido por el president de la Generalitat, Carlos Mazón, y contará también con la presencia del presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez; el subdelegado del Gobierno en Alicante, Carlos Sánchez; y el director General de Desarrollo Rural de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, entre otras autoridades.
La producción acogida a la DOP se cosecha en Aspe, Novelda, Hondón de las Nieves, Hondón de los Frailes, Monforte del Cid, Agost y La Romana y abarca siete variedades que cubren el período que va desde finales de agosto, con las variedades más tempranas (Victoria e Ideal), pasando por el ecuador de la campaña con variedades como Red Globe, Doña María o Dominga, hasta la mitad del mes de enero con la variedad más tardía: Aledo, emblemática de la Navidad.
En el conjunto de la campaña, la producción y comercialización de la Uva del Vinalopó con DOP puede generar entre 10.000 y 13.000 puestos de trabajo directos.
