Los horticultores daneses son valientes pero la valentía no asegura el éxito. La superficie de arándanos en Dinamarca se incrementa pero a precios muy elevados y por este motivo «vemos pocos arándanos daneses porque no somos competitivos», declara Dan H. Christensen, consultor de la firma HortiAdvice.
A los horticultores daneses se les multiplican los problemas de establecimiento, riego y fertilización y «las malas hierbas y los costes en los procesos de trabajo como poda y recolección son habituales», señala Christensen.
El analista de HortiAdvice señala que muchos horticultores plantan los arándanos en suelos no propicios. «El arándano necesita suelos ácidos y es un cultivo que requiere abundante riego en los meses de verano», señala el analista.
Christiensen señala que muchos horticultores realizan riegos con poca frecuencia y abundantes en vez de «riegos cortos con mayor frecuencia».