Las exportaciones mundiales de arándanos han aumentado constantemente, impulsadas por la diversificación de las regiones productoras y, «a pesar del entorno inflacionario, el consumo de arándanos se ha mantenido estable en los mercados clave», expone el informe realizado por RaboResearch.
La clave de que la demanda de arándanos se haya mantenido estable hay que buscarla en el trabajo que se ha realizado en la calidad de la fruta. De hecho, «la introducción de nuevas tecnologías y variedades será clave para ofrecer arándanos que satisfagan a los consumidores de todo el mundo», apunta el citado informe.
Este señala que la temporada presente será la primera en la historia reciente del arándano de tener unas exportaciones a la baja, ya que «se espera que los envíos desde Perú experimenten una caída significativa como resultado del cálido invierno, lo que retrasará la cosecha e impactará negativamente».
Pero los analistas del Rabobank esperan que las exportaciones mundiales de arándanos frescos superen el millón de toneladas para 2026-2027.