Los daños cuantificados solo en mermas de cosecha ascienden a 42 millones de euros, principalmente en La Ribera, L’Horta Sud, La Safor y La Marina, mientras que los cítricos son el cultivo más afectado, con unas 15.000 hectáreas damnificadas y 20 millones de fruta que no llegará a los mercados.
El caqui, que también se encuentra en plena campaña de recolección, tiene 4.000 hectáreas gravemente perjudicadas y sus pérdidas rondan los 12 millones, y las hortalizas de temporada, tanto al aire libre como bajo invernadero, superan las 1.000 hectáreas totalmente destrozadas, con un impacto económico de 6 millones.
Asimismo, los viveros de plantas ornamentales y flores, con 100 hectáreas golpeadas por el temporal, prevén pérdidas de 4 millones, que se suman a los efectos comerciales de la covid-19, según un comunicado de la organización agraria.
Al desperdicio de estas producciones, AVA-Asaja agrega 5 millones que los productores afrontarán en concepto de tratamientos fungicidas y revitalizadores con el objeto de salvar la próxima campaña e incluso la vida del arbolado.
La organización agraria advierte del riesgo que corren cientos de parcelas, sobre todo de cítricos y caquis, porque si se mantienen anegados varios días pueden producirse problemas irreversibles de asfixia radicular.
En las infraestructuras agrarias, las estimaciones de AVA-Asaja cifran en 15 millones los sobrecostes del sector agropecuario valenciano a la hora de reparar caminos, canalizaciones, márgenes, motas de arroz, invernaderos, casetas y almacenes o instalaciones de riego.
En total, AVA-Asaja suma un montante global de 62 millones, pero alerta de que los daños reales se podrán observar en unos quince días y no descarta que aumenten hasta los 80 millones.
La organización reclama a Agroseguro que agilice las peritaciones de los campos afectados y el pago de las correspondientes indemnizaciones, porque muchos agricultores están descapitalizados para acometer las actuaciones necesarias sobre los cultivos y las infraestructuras de sus explotaciones.
Asimismo, exige a la conselleria de Agricultura que se implique con la puesta en marcha de una línea especial de ayudas que permita a los productores de estas zonas más castigadas paliar parte de las pérdidas de cosechas, los sobrecostes por tratamientos, la reposición de arbolado, en su caso, y las reparaciones de las infraestructuras.
En cuanto al Ministerio de Agricultura, la organización que encabeza Cristóbal Aguado también solicita medidas fiscales como la reducción del IBI Rústica, la condonación de las cuotas de la seguridad social y el módulo cero en la próxima declaración de la renta.
AVA-Asaja aclara que las lluvias han tenido consecuencias favorables en otras áreas agrarias, al recargar los acuíferos tras unos meses de sequía, limpiar los árboles y mejorar la calidad de los frutos, y señala que la reducción del volumen de determinadas variedades de cítricos y de caquis por el temporal puede tener repercusiones comerciales que se traduzcan en una escasez de oferta y en un repunte de las cotizaciones en origen.