La organización reclama al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al ministro de Agricultura, Luis Planas, que presionen a las autoridades europeas para que se reanuden las exportaciones.
El informe elaborado por La Unió de Llauradors refleja que el veto ruso a las exportaciones europeas ha provocado unas consecuencias económicas desastrosas para el sector hortofrutícola de la Comunitat Valenciana por la reducción del valor económico de las exportaciones.
Desde que en 2014 Rusia decidiera cerrar sus fronteras a los productos agrarios de la Unión Europea el descenso económico de las exportaciones aumenta cada año, sobre todo en tres cultivos relevantes en la Comunitat como son los cítricos, la fruta de verano o el caqui. Estos tres cultivos son los más afectados por el veto ruso y representan a nivel autonómico el 28 % del total cultivado y 55 % de la renta final agraria valenciana, señala el informe.
«Cabe señalar que en el momento en que se estableció el veto las exportaciones valencianas de cítricos representaban el 70 % de las españolas al mercado ruso y la reducción económica de las exportaciones alcanza en la Comunitat Valenciana una cifra de 166 millones de euros. En los diez años anteriores al veto, la Comunitat Valenciana exportaba a Rusia una media de 34.000 toneladas por valor de 24 millones de euros anuales», explica La Unió.
En el caso de la fruta de verano -suponían un tercio de las españolas al mercado ruso- el descenso es de unos 72 millones de euros (64,4 en melocotón, 4,1 en albaricoque y 3,3 en ciruelas). En el periodo 2005-2014, la Comunitat Valenciana exportó anualmente a Rusia una media de 15.688 toneladas de fruta de verano por un importe medio anual de 13,8 millones de euros.
Para el caqui suponen unos 64 millones de euros al representar el 75 % del total español exportado a ese país. En los dos años anteriores al veto -únicos en los que hubo exportación-, la Comunitat Valenciana exportaba a Rusia una media de 7.800 toneladas por valor de 9 millones de euros anuales.
La Unió, y el resto de organizaciones de la Unión de Uniones, han pedido al presidente Pedro Sánchez y al ministro de Agricultura, Luis Planas, que traslade a la Unión Europea la importancia de acabar con el veto ruso «para encontrar una vía de comercialización de nuestros productos agrarios, pues se trata de un tema originado por problemas políticos que no tienen nada que ver con el sector agrario y llevamos ya siete años con las fronteras cerradas sin ninguna concesión a la agricultura mediterránea»