Covirán batió en el último año el récord de residuos reciclados tanto en los centros de trabajo como en los supermercados, logrando el tratamiento para su posterior reutilización de 1.842 toneladas de cartón, plástico, palets, chatarra y restos cárnicos.
La cooperativa ha realizado importantes progresos en la última década para reducir el consumo de materiales contaminantes en su apuesta por la sostenibilidad, un compromiso que lleva implícito la modernización de las instalaciones de sus plantas logísticas y la transformación de las tiendas en puntos de venta responsables.
Con motivo del Día Mundial del Reciclaje que se celebra el 17 de mayo, la presidenta de Covirán, Patro Contreras, se ha referido a la necesidad de “trabajar a diario para servir de ejemplo de modelo de economía circular y tender hacia el residuo cero”.
“Estamos dando pasos importantes para minimizar el impacto ambiental y lo estamos haciendo con la implicación de los socios y la complicidad de los consumidores”, ha subrayado Patro Contreras.
Balance de 2021
Especialmente significativo fue el aumento de cartón y palets recuperados: 946 y 421 toneladas respectivamente, un 10,2% y 11,7% más que en el ejercicio anterior.
De plástico se sometieron a tratamiento 175,5 toneladas, casi cinco toneladas más que en 2020, con especial atención a la estrategia de reducir el plástico de un solo uso de los supermercados.
Otra de las líneas de trabajo guarda relación con la colaboración con los proveedores locales para prescindir en la medida de lo posible del plástico y utilizar envases que puedan ser reciclados. En los supermercados de libre servicio y semi asistido predomina la venta de fruta a granel, y se reserva el envasado para los alimentos de cuarta gama, verduras y frutas procesadas que necesitan condiciones de conservación más exigentes. También se está implantando el envasado skin-pack para productos cárnicos, una técnica de conservación con materiales reciclables.
Mención aparte merece el tratamiento de los residuos cárnicos o subproductos de origen animal no destinados al consumo humano, que se emplean en plantas de biográs y compostaje. El año pasado se destinaron a este uso más de 297 toneladas.