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Imperfectas® porque lo importante sigue estando en el interior

Esta iniciativa de la startup almeriense busca dar soluciones para que la selección de las hortalizas no dependa de su aspecto físico.

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‘Demasiado grande, demasiado pequeño, le falta un poco de color, tiene una forma inusual, está deforme…’ todo esto hace, a día de hoy, que un fruto se catalogue como segunda (CAT II), y es aquí donde Imperfectas® aporta valor.

Esta iniciativa almeriense busca dar soluciones para que la selección de las hortalizas no dependa de su aspecto físico. “Todos comemos por la vista y los esfuerzos de la cadena de valor del sector agroalimentario se han centrado en crear fruta y hortalizas de apariencia perfecta”.

Actualmente, las normas de mercado obligan a descartar productos por una mera cuestión estética y, “si lo piensas bien, si vas a consumir una hortaliza, ¿a quién le importa si se ve un poco torcida o un poco arañada?”; el producto tiene el mismo sabor y nutrientes, sabe igual de bien”. Además, “el agricultor ha usado los mismos recursos (agua, semillas, nutrientes, mano de obra…) para producirlo”, explica José Antonio Sánchez, promotor de esta iniciativa que empezó a fraguarse en 2019 gracias al conocimiento y la propia experiencia adquirida en el sector del agro, donde actúa como consultor de marketing e innovación.

“Nos encontramos con un consumidor cada vez más sensible con el medio ambiente y la sostenibilidad, y estas iniciativas están siendo bien acogidas en los principales mercados nacionales, donde trabajamos desde hace meses”. Y es que “el mundo está cambiando, y el modelo agrícola que conocemos, también, aunque sabemos que hay muchos profesionales del sector que no están a favor de este tipo de productos imperfectos, pero con este movimiento queremos demostrarles que es posible cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, con el proyecto de Ley sobre el Desperdicio Alimentario, porque es, en definitiva, uno de los grandes problemas globales”, afirma Sánchez.

Existen diferentes movimientos en el mundo que buscan dar equilibrio entre lo natural y lo sostenible, “pero la mayoría no están centrados en el origen, es decir, en la producción”. Esto hace diferente y único al proyecto de Imperfectas®: “Nosotros queremos concienciar sobre el #desperdiciocero desde el campo, cerrando el círculo del aprovechamiento total desde la recolección hasta que se convierte en IV y V gama. Ya estamos trabajando con nuestros partners en proyectos de innovación de cara a los próximos años, en los que convertimos las hortalizas imperfectas que no hemos podido comercializar en fresco en otros productos procesados”.

Es cierto que algunas de las principales comercializadoras y cooperativas de agricultores ya trabajan en ello, y cada vez la tasa de aprovechamiento de los productos hortofrutícolas es mayor, ya sea para consumo animal, procesados o conservas. Sin embargo, “creemos que hay margen de mejora gracias a la innovación tecnológica que llegará en los próximos años, la concienciación social y el ‘movimiento healthy’ de las nuevas generaciones de nativos digitales”.

Prevención de la pérdida de alimentos

¿Por qué se pierden y desperdician los alimentos que han sido producidos en el campo? Las causas son muy variables y dependen de muchos factores. Pueden ser elementos climatológicos (viento, granizo, heladas…), plagas o enfermedades, productos sin recolectar que se quedan en los campos por no cumplir las exigencias de calidad del consumidor (en forma, calibre, color…) a pesar de ser perfectamente comestibles e igualmente nutritivos, precio en el mercado que no compensa los costes de la cosecha, desajustes entre la oferta y la demanda, falta de infraestructuras, manipulación y almacenamiento inadecuados… la lista continúa.

Según la normativa actual, los alimentos no vendidos en origen (destrío) que estén en condiciones óptimas de consumo deberán ser transformados (zumos, mermelada, etc.). Cuando no sean aptos para el consumo humano, los alimentos deberán ser utilizados como subproductos para la alimentación animal o fabricación de piensos, para la industria, para la obtención de compost de calidad para uso agrario, de biogás u otro tipo de combustible.

Objetivo común global

Según la FAO, reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos es fundamental para que en el mundo no haya hambre y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de manera especial el ODS 2 ‘Hambre Cero’ y el ODS 12 ‘Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles’. El Pacto Verde Europeo y las políticas e instrumentos como el Plan de Acción para la Economía Circular, la Estrategia ‘De la Granja a la Mesa’ o la Estrategia sobre Biodiversidad marcan el objetivo en la lucha contra el desperdicio alimentario y la “prevención de la pérdida de alimentos”.

En España, la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario establece que todos los agentes de la cadena alimentaria deben contar con un plan de prevención para evitar el desperdicio: “Los productores y las comercializadoras tienen en Imperfectas® la solución para cumplir con las responsabilidades sociales y para afrontar el nuevo marco normativo que les obliga a tomar medidas. Entre todos, tenemos que conseguir que estos alimentos sean accesibles para toda la sociedad y que se pague un precio justo por ellos en origen”, explica su fundador José Antonio Sánchez.

Nuevos consumidores, nuevas oportunidades

“Al consumidor le tenemos que observar y escuchar, porque con él, nuestro camino hacia la visualización de los productos imperfectos será mucho más fácil”. Y es que, cada día nos encontramos con una sociedad que no solo entiende lo necesario de evitar el desperdicio para proteger el medio, sino que es capaz de valorar una fruta ‘imperfecta’ de igual forma (y en ocasiones incluso más) que aquella visualmente perfecta. “Si ya sabes la importancia de evitar el desperdicio y conoces que el consumidor podría valorar muy positivamente la apuesta por su disminución, ¿has pensado ya en cómo encontrar una forma inteligente de usar tus frutas y verduras imperfectas?”, pregunta José Antonio Sánchez.

Imperfectas® indica que la caja contiene frutas y hortalizas que se han seleccionado sin tener en cuenta su aspecto físico. Es una selección tradicional que engloba diferentes tipos de clasificaciones de producto estándar y segunda. “Los que trabajamos en este sector, sabemos y entendemos la necesidad que existe de una calidad Extra y de primera (CAT I), que en su mayoría se destina a exportación. Aquí encontramos que todos los frutos son homogéneos y sin ninguna mancha superficial tal y como exige la gran distribución, pero si analizamos el global de la cosecha podemos observar que existe un buen porcentaje de productos estándar y de segunda, destinando la mayoría a mercado nacional y HORECA, envasados normalmente en caja negra, es decir, sin marca”.

Cualquier comercializadora o cooperativa de agricultores puede solicitar el uso de la marca registrada y sus envases necesarios adaptados a sus productos, y es que una marca conocida facilita la introducción de nuevos productos con un menor esfuerzo comercial y, además, cuenta con un respaldo publicitario y de marketing. “Estamos trabajando con empresas productoras de tropicales, cítricos, uva o fruta de hueso, entre otros, y en los próximos meses podremos ver cada vez más producto envasado en la marca Imperfectas®, ganando posicionamiento y comunicando con total transparencia al consumidor final que es lo que está comprando”. Todo el que esté interesado en esta iniciativa puede contactar a través de su página web imperfectas.org o, bien en el teléfono o whatsapp en el 667 430 134.