Las pérdidas por la reciente gota fría en el sector agroalimentario de la provincia de Alicante se elevan a unos 550 millones de euros, según ha calculado el sindicato agrario Asaja-Jóvenes Agricultores. En un comunicado, el sindicato ha señalado que hay 56.060 hectáreas de cultivo en las que se perderá el cien por cien de la producción, lo que provocará daños directos en cosecha por 304,9 millones de euros, mientras que el impacto en exportaciones alcanzará los 245,28 millones.
A estas cifras, hay que sumar los «inmensos» daños ocasionados en la infraestructura agraria. Ante la gravísima situación, la organización ha exigido que, además de la declaración de zona catastrófica, se inyecte liquidez de manera inmediata (antes de fin de año) a los agricultores por valor de 500 millones de euros ya que, de lo contrario, muchos productores se verán obligados a abandonar sus explotaciones.
«Peligra el relevo generacional y la continuidad de la propia actividad agrícola en comarcas como la Vega Baja si los productores no reciben ayudas suficientes antes de que finalice el año», ha advertido. Según Asaja, la peor parte de las consecuencias de la gota fría se la llevan las hortalizas, donde se contabilizan 138,8 millones de euros de pérdidas, seguida de los cítricos (-78,14).
La línea de hortalizas posee un nivel de aseguramiento muy bajo, que estiman en un 7 por ciento, por lo que las pérdidas serán totales para los agricultores, de ahí que el Real Decreto que debe aprobarse deba articular medidas específicas para que los titulares de explotaciones puedan acreditar que se encontraban en plena producción y reciban ayudas directas.
«Las pérdidas para la mayoría de los productores van a ser totales, al no ser el seguro de hortalizas una herramienta útil, ni atractiva para los agricultores, por lo cual las medidas que apruebe la Administración deben ir dirigidas a inyectar liquidez directamente a los titulares de explotaciones para hacer frente a los inmensos daños», ha alertado.
El presidente de Asaja, Eladio Aniorte, se ha comprometido a «permanecer vigilantes» y que las promesas de ayudas «no queden en papel mojado» porque «la Administración debe estar a la altura y aprobar medidas que realmente sean paliativas a los efectos que están sufriendo».
También se han visto muy perjudicados los cítricos de Alicante, cuyos productores acumularán pérdidas en cosecha de 78,4 millones de euros.
El estudio elaborado por los técnicos agronómicos de ASAJA apuntan que se ha destruido por completo la cosecha que hay en 56.060 hectáreas de la provincia situadas principalmente en la Vega Baja (75% de la superficie devastada en el conjunto del territorio alicantino).
