La RAIF ha asegurado que los daños en planta van en aumento, detectándose en una de cada veinte plantas, aunque si deja cierto dato tranquilizados puesto que los daños en fruto son muy bajos con unas mínimas pérdidas en la producción.
Control de la plaga
Para un eficaz control de Tuta absoluta la RAIF recomienda el control biológico, con sueltas de Nesidiocoris tenuis y Trichogramma achaeae, sin dejar de combinar prácticas culturales como cerramientos del invernadero, feromonas, limpieza de restos vegetales y órganos dañados, complementando con la utilización de lucha química si es necesario, con una estrategia de control integrado que contemple en cada momento la actuación más adecuada.