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El consumidor bajará el gasto y comprará más marca blanca por crisis post-COVID

Fabricantes y supermercados anticipan que el consumidor reducirá su gasto, controlará más los precios y comprará más marca blanca después de que se acabe el confinamiento social por la pandemia, en un escenario post-COVID19 marcado por la preocupación económica.

Ésta es la principal conclusión que se extrae de un estudio elaborado por la patronal del sector de gran consumo Aecoc, difundido este miércoles y que apunta a que casi dos tercios de la población ya prevé vigilar más sus gastos y más de la mitad considera que la economía familiar empeorará.

Estos datos, extraídos de una encuesta a medio millar de personas realizado por la consultora 40dB, coinciden con algunas tendencias de mercado que ya se detectan hoy en las tiendas, y que previsiblemente se acentuarán en los próximos meses debido a una crisis económica que ya se da por segura.

Un 61 % de los españoles «se fijará más en ofertas y promociones» y cerca de un 30 % calcula que gastará menos en alimentación y otros productos básicos, una reducción que según los expertos vendrá de la mano de «exprimir más su presupuesto».

Así lo ha explicado la responsable de Estrategia Comercial y Marketing de Aecoc, Rosario Pedrosa, quien ha apuntado que un 23 % de los participantes en el estudio también dicen que ya están a día de hoy comprando más marca blanca.

«En España la penetración de estas marcas está cerca del 40 % y varía muchísimo por categorías. En la crisis de 2008 vimos un crecimiento espectacular, de entre ocho y diez puntos, aunque ahora en mi opinión subirá pero no tanto porque partimos de una base diferente», ha razonado.

Tendencias de consumo vinculadas al confinamiento han cambiado las costumbres sustancialmente respecto al momento anterior al coronavirus, ya que los españoles han dejado de visitar de media cuatro supermercados al mes para comparar precios y han pasado a priorizar la proximidad por encima de cualquier otro factor, algo que desde Aecoc prevén que se mantenga a corto y medio plazo.

«En estos momentos prima la proximidad, pero a medida que se acabe el confinamiento el precio va a ser un factor que gane posiciones por el miedo a la crisis. Los hogares van a sufrir económicamente», ha apuntado Pedrosa, quien ha reconocido que formatos como el del hipermercado deberán estudiar cómo encarar este fenómeno.

También ha bajado la compra de platos preparados, aunque en este caso con el regreso al lugar de trabajo podría repuntar.

Los consumidores muestran un mayor interés por aglutinar sus compras en una única tienda para reducir el número de visitas y un 40 % de ellos prevé cocinar más en casa, algo que ya está haciendo durante estos días.

Además, las restricciones a la movilidad han disparado los pedidos a través de las webs de los supermercados: se calcula que un 20 % de los españoles han optado por esta vía por primera vez en estas fechas, según Aecoc, lo que hace presagiar un fuerte incremento del canal «online».

De hecho, algunas cadenas de supermercados han registrado en este período un repunte enorme de las compras por Internet, hasta suponer por momentos el 25 % de toda su facturación.

No obstante, desde la patronal esperan que su peso siga siendo marginal en comparación con el gasto realizado en tiendas físicas: hasta ahora se situaba por debajo del 2 %.

Otro segmento que también podría ver su negocio afectado en el escenario post-COVID es el de la entrega de comida a domicilio: dos terceras partes de los españoles piden menos veces que antes de la pandemia.

Por el contrario, para un 6 % de los consumidores consumir comida por esta vía se ha convertido en algo habitual y ha dejado de estar relacionado con una ocasión especial, lo que sugiere un cambio de paradigma en un sector concreto de población que incorpora el llamado «delivery» a sus rutinas alimentarias.

Desde Aecoc han señalado que no se observa «especulación» en los precios del supermercado, y han precisado que si hay algún producto concreto que se ha encarecido está ligado a cuestiones de temporalidad o por los problemas existentes en las campañas de recogida en el campo.