La Denominación de Origen Protegida «Cereza del Jerte» (Cáceres) ha comenzado a certificar las primeras cerezas acogidas a la DOP, concretamente de la variedad Navalinda, la única que tiene rabito o pedúnculo certificada en el Valle del Jerte.
El inicio de la certificación supone la llegada al mercado de las primeras cerezas que cuentan con la contraetiqueta que garantiza su máxima calidad.
El presidente del Consejo Regulador, José Antonio Tierno, ha explicado que se prevé que la campaña «sea buena, tanto en volumen como en la calidad del producto, aunque sigue habiendo incertidumbre por cómo puede afectar el déficit de lluvia sufrido estos meses».
«A pesar de que la floración de los cerezos llegó con 10 o 12 días de retraso, el desarrollo de la campaña está siendo normal porque las altas temperaturas favorecen el desarrollo de los frutos», ha subrayado Tierno.
Bajo el distintivo de calidad de la Denominación de Origen «Cerezas del Jerte» se ampara la cereza de mesa para su consumo en fresco, entre ellas cuatro variedades tipo picota -Ambrunés, Pico Limón Negro, Pico Negro y Pico Colorado- y la variedad de cereza Navalinda, que es la primera de la temporada en recibir el reconocimiento y garantías de la DOP.
Un cultivo tradicional
En el Valle del Jerte, el cultivo de las cerezas se desempeña de una manera natural y tradicional, y su recolección es manual, dada la delicadeza del producto.
El Consejo Regulador de Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte es una entidad que trabaja para promocionar y certificar el origen y la calidad de los productos protegidos.
Sus principales objetivos son difundir la imagen corporativa de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte, así como promocionar el cultivo y la comercialización de cerezas de calidad.