La norma fue aprobada con los votos a favor del Partido Socialista, el ultraderechista Chega e Iniciativa Liberal, con la abstención del resto de partidos.
La aplicación del IVA cero a algunos alimentos fue anunciada el pasado 28 de marzo por el Gobierno tras firmar un acuerdo con los sectores de la producción y la distribución, un pacto que incluye apoyos a los productores para hacer frente al aumento de sus costes y un impacto total en las arcas públicas de 600 millones de euros.
Pan, pasta, arroz, leche de vaca y algunas opciones vegetales, huevos, yogures, queso, aceite y mantequilla, así como carne de cerdo, vaca, pollo y pavo y pescados como bacalao, sardinas y dorada son algunos de los productos cubiertos por esta norma.
También se aplica en varias legumbres -alubias, garbanzos y guisantes- y verduras como tomate, cebolla, coliflor, calabaza, brócoli o espinacas.
La medida está prevista que entre en vigor entre abril y octubre, aunque primero debe ser promulgada por el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.
La semana pasada se divulgaron además dos contratos firmados por el Ejecutivo con dos consultoras por cerca de 300.000 euros para fiscalizar los precios de un conjunto de alimentos.
La inflación en Portugal se situó en febrero en el 8,2 % en relación con el mismo mes de 2022 y el índice de los productos alimentarios no transformados llegó al 20,1 % (1,6 puntos más que en enero), «la tasa más elevada desde mayo de 1990», según el Instituto Nacional de Estadística (INE) luso.
En marzo, el índice de estos alimentos cayó hasta el 19,3 %, según estimaciones del mismo instituto.
Además del IVA cero, el Gobierno luso anunció la semana pasada apoyos a familias vulnerables y mejoras para los funcionarios.