El informe «Atlas de Insectos», elaborado por la oficina europea de la ONG Amigos de la Tierra y la Fundación Heinrich Böll, ligada al partido de Los Verdes de Alemania, señala que el 41 % de todas las especies de esa clase de invertebrados está en declive.
El informe, que apunta que al menos el 9,2 % de las 2.000 especies de abejas y el 7 % de las 482 clases de mariposas de Europa están amenazadas, señala como responsable de la precaria situación de los insectos al uso de pesticidas, que se ha multiplicado por cinco desde 1950.
Amigos de la Tierra y la Fundación Heinrich Böll señalan también que el avance de la agricultura industrial ha despejado con pesticidas pesados amplias áreas de cultivo en Argentina y Brasil que antes eran ricas en insectos.
«Los pesticidas están barriendo a las poblaciones de insectos y ecosistemas por todo el mundo, y amenazando la producción de comida. Un puñado de corporaciones controlan la mayor parte del suministro de pesticidas y, si no se controlan, continuarán usando su inmensa influencia política», declaró la responsable de alimentación y agricultura de Amigos de la Tierra, Mute Schimpf.
El 75 % de las cosechas, subraya el informe, dependen de la polinización que ejercen los insectos, animales que también mejoran la calidad del suelo y reducen las plagas de las plantas al descomponer el estiércol y la materia vegetal muerta.
En torno al 90 % de las especies animales del mundo son insectos, de los que se conocen cerca de un millón de variedades pero se calcula que podría haber hasta cuatro aún por descubrir.
La presidenta de la fundación Heinrich-Böll, Barbara Unmüßig, lamentó que los monocultivos para producir pasto o plantas susceptibles de utilizarse como carburante estén «impulsando, en países como Brasil o Indonesia, la deforestación, los desiertos agrícolas monótonos y la aplicación ilimitada de pesticidas».
El Atlas de Insectos reclama modelos de agricultura sostenible con medidas como reducir los pesticidas sintéticos en un 80 % para 2030, dedicar el 50 % de la dotación de la Política Agraria Común (PAC) a objetivos medioambientales, apoyar a los agricultores, reducir el consumo y la producción de carne y granjeros en la transición ecológica.
En ese sentido, pidió mayor ambición a la Comisión Europea en sus programas de biodiversidad y en su estrategia «De la granja a la mesa», iniciativas diseñadas para hacer una producción y consumo alimentario más sostenibles.
El informe apunta que el 84 % de las especies de cultivos en la Unión Europea y el 78 % de las especies de flores silvestres dependen de la polinización animal.