En ninguna parte de Europa se hayan visto los efectos de la crisis climática con tanta intensidad como en Turquía.
La creciente imprevisibilidad de las condiciones climáticas ha sido evidente en el país durante más de una década, y los productores se han acostumbrado bastante al desafío de la sequía o las inundaciones.
Este año los incendios forestales generalizados los que han acaparado los titulares, con áreas masivas cerca de Antalya y Bodrum ardiendo durante semanas y nuevos incendios, no solo en Turquía sino en gran parte del Mediterráneo.
Ha habido 262 incendios en este verano y en la zona de cítricos de Turquía -Adana-, las empresas se vieron afectadas.
“Hemos estado experimentando cambios climáticos durante los últimos diez años, incluidos patrones climáticos anormales”, señala Ayse Özler, director de Marketing de la firma turca Ozler Ziraat, y que refleja el portal FPJ
“Cada año nos enfrentamos a un nuevo escenario. Las condiciones se vuelven cada vez más extremas e inesperadas. Hace cuatro años, tuvimos fuertes lluvias, lo que provocó inundaciones en áreas de cítricos. Ahora estamos viendo todo lo contrario, con un largo período de sequía ”, señala el profesional turco.
Ahora Turquía vive un largo periodo de sequía, aunque para esta campaña el volumen de limones está asegurado, pero el profesional turco ya adelanta los problemas en los ríos que riegan las producciones turcas de agrios.
«La disponibilidad de agua está disminuyendo y, en un período de tiempo bastante corto, se convertirá en un problema «, apunta el profesional.
Debido a todas estas condiciones de falta de disponibilidad de agua, «los costes se han incrementado y hemos perdido competitividad para exportar, aunque esperamos recuperarnos en las dos próximas campañas. Esperamos este año recuperar parte del mercado asiático», señala el profesional.