Sudáfrica ha alcanzado cifras récord de interceptaciones en los puertos europeos por cítricos afectados por plagas o enfermedades, como es el caso de la ‘Mancha negra’ (CBS).
De este modo, y según publicó el pasado miércoles el portal Europhyt-Traces, a los 33 rechazos causados por tal motivo hasta agosto habría que sumar los 5 confirmados, también por CBS, en septiembre o el producido en mandarinas sudafricanas a causa de la T.leucotreta.
Esta cantidad (38 hasta septiembre) es ya «la segunda más alta de la historia en el caso sudafricano respecto a este peligroso hongo», han afirmado desde la interprofesional Intercitrus en un comunicado, que advierte: «Será la primera cuando se contabilice el resultado de las inspecciones del resto de la campaña del país austral». Esto es, octubre y noviembre.
El año pasado, en parecidas circunstancias a las actuales y durante esos dos meses, se produjeron hasta 19 interceptaciones de esta enfermedad en cítricos de Sudáfrica. Sólo Argentina, en 2020, superaría estas cifras y en aquella temporada la CE ordenó vetar por tal motivo las exportaciones desde ese origen, lo que ha permitido desde entonces mejorar notablemente su control.
«El ejecutivo comunitario es conocedor de todo ello y debe reaccionar con carácter inmediato», afirma la presidenta de Intercitrus, Inmaculada Sanfeliu, para quien «es obvio que los sudafricanos no son capaces de mantener a raya la ‘Mancha negra’ y además tenemos la certeza de que tampoco este año están cumpliendo con el tratamiento de frío contra la ‘Falsa polilla’ que se aprobó en 2022».
Por todo ello, continúa, «hemos reclamado formalmente el cese inmediato de las importaciones de cítricos sudafricanos y, de cara a futuro, regular que, a partir de acumular 5 interceptaciones de CBS, la UE pueda suspenderlas unilateralmente».
Intercitrus lo advirtió
La interprofesional citrícola ya denunció el mes pasado y ha vuelto a transmitir por carta a los comisarios con competencias en esta materia -Stella Kyriakides, de la DG de Sanidad y Consumo; Janusz Wojciechowsk (Agricultura) y Valdis Dom-brovskis (Comercio)- que la medida adoptada por los exportadores sudafricanos era una mera «operación estética» destinada a evitar el cierre unilateral de la UE para todos sus cítricos.
La organización citrícola se refiere así a la suspensión, desde el 15 de septiembre, de la emisión de las certificaciones fitosanitarias en origen necesarias para exportar a la UE. Una decisión parcial que sólo afecta a las naranjas producidas en áreas declaradas como afectadas por la ‘Mancha negra’ (las del Cabo oriental) y no al resto de cítricos –mandarinas, limones o pomelos-, que igualmente pueden portar esporas al estar afectados por el referido hongo (que causa manchas y lesiones necróticas en los frutos, inhabilitándolos para su salida comercial en fresco).
«Se trata de una medida que les conviene de cara a la opinión pública, pero que no les supone ningún esfuerzo, porque las zonas donde está declarada y donde cesa la exportación a UE son donde se producen mayoritariamente naranjas tempranas y de media estación, en las que -a fecha 15 de septiembre- la campaña prácticamente había ya acabado para ellos y porque las naranjas que se están cargando a fecha posterior van a continuar llegando procedentes de zonas mas tardías hasta el mes de octubre», explica la carta.
Como se avanzaba, no es la primera vez que Sudáfrica toma una decisión similar. En los últimos once años –y así se recuerda en la misiva- lo ha hecho hasta en siete ocasiones. En casi todos esos años y prueba de la ineficacia de la medida, los inspectores comunitarios volvieron a detectar CBS en fechas posteriores a la suspensión promovida por la CGA.
Este año concurre un hecho diferencial más, que descartaría la motivación fitosanitaria de esta decisión: en 2021 y 2022 se dieron más interceptaciones en naranjas que en ningún otro cítrico, pero en 2023 no ha sido así y durante estos meses se han dado muchos más rechazos por CBS en limón (14), que en naranja (11).
No todo es CBS
La situación con otros dos patógenos cuyo combate y vigilancia están regulados como ‘prioritarios’ por la UE –que por su mayor impacto económico, ambiental y social se sitúan en el top-20 de las plagas y enfermedades más graves- no es menos preocupante, y así lo refleja Intercitrus en la carta.
De un lado, la interprofesional traslada el incumplimiento de Sudáfrica de las condiciones reguladas en 2022 para someter a las naranjas procedentes de países afectados por ‘Falsa polilla’ a un tratamiento de frío y, por ello, reclama y propone medidas concretas para verificar sistemáticamente su cumplimiento en cada uno de los envíos.
A ello cabría sumar las detecciones confirmadas también este año para esta misma plaga en mandarinas y pomelos procedentes de la propia Sudáfrica (3), así como de Israel (1), lo que a juicio de la interprofesional vendría a acreditar la necesidad de extender el cold treatment a todas las especies que, como las citadas, está acreditado que son hospedantes de larvas de este insecto.
Del otro, se pone el acento en la «alarmante noticia de la detección del insecto Diaphorina Citri en Chipre, en territorio comunitario, pues se trata del vector trasmisor del HLB más peligroso, que transmite la variante asiática», alerta Sanfeliu.
El HLB está considerado la enfermedad citrícola más devastadora y frente a la que no hay cura conocida. La Diaphorina Citri se adapta mejor al clima mediterráneo, debido a que tolera un rango mayor de temperaturas que otros vectores transmisores como Trioza Erytreae. Es más difícil de detectar y se desarrolla muy favorablemente en el patrón citrícola Citrange carrizo, que es mayoritariamente usado en el Mediterráneo.