¿Qué es eso del “nearshoring”? Durante la última década, el comercio internacional ha atravesado una transformación profunda. Las cadenas de suministro globales, tradicionalmente estructuradas en torno a producción remota en Asia y costes bajos de transporte, han evidenciado su vulnerabilidad ante crisis logísticas, tensiones geopolíticas, restricciones regulatorias y disrupciones sanitarias. Para las empresas exportadoras —especialmente aquellas que dependen de la puntualidad logística— este nuevo contexto ha obligado a revisar estrategias de abastecimiento, planificación y gestión aduanera.
En este escenario surge un fenómeno clave: el nearshoring. Lejos de ser una tendencia pasajera, se ha convertido en una respuesta estructural ante la necesidad de contar con cadenas de suministro más cortas, robustas y trazables. Y dentro de este proceso, América Latina emerge como región estratégica, tanto para la llegada de inversión extranjera como para la consolidación de proveedores regionales que buscan integrarse en cadenas globales de valor.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (IDB), el nearshoring podría añadir hasta 78.000 millones de dólares anuales en exportaciones para América Latina y el Caribe (64.000 M en bienes y 14.000 M en servicios).
Este artículo analiza, con enfoque consultivo y aduanero, por qué el nearshoring representa una oportunidad para las empresas exportadoras, qué países concentran el mayor interés y qué acciones deben considerar las empresas que quieran posicionarse con ventaja.
Nearshoring: un cambio estructural y no coyuntural
El nearshoring consiste en trasladar procesos productivos, ensamblaje o servicios a países cercanos al mercado de destino, reduciendo riesgos y aumentando la capacidad de respuesta.
Su auge reciente responde a razones objetivas:
Incremento y volatilidad del coste logístico. Los fletes marítimos alcanzaron en 2021–2022 valores más de cinco veces superiores a los niveles prepandemia, según el índice Drewry World Container Index.
Aunque se han moderado, continúan siendo volátiles y superiores a los niveles de 2019.
Vulnerabilidad de las cadenas largas. Cualquier disrupción en Asia —cierres fabriles, conflictos, cuellos de botella— se traduce en retrasos que afectan producción, inventarios y compromisos contractuales, especialmente en sectores como automoción, electrónica, alimentación y farma.
Exigencias crecientes en sostenibilidad, trazabilidad y compliance. La Unión Europea y Estados Unidos avanzan hacia marcos normativos más estrictos en materia de medio ambiente, diligencia debida, contenido local y responsabilidad social. Estas exigencias favorecen cadenas más cortas y proveedores auditables.
Diversificación geopolítica. Las empresas globales buscan reducir su dependencia de China y reequilibrar su cadena de suministro hacia regiones con marcos regulatorios estables.
El Bank for International Settlements (BIS) confirma que el fenómeno es ya evidente en México, aunque más limitado en otros países latinoamericanos.
América Latina como región emergente para la relocalización
América Latina reúne factores clave para atraer proyectos de nearshoring: acuerdos comerciales amplios, mano de obra competitiva, talento técnico y marcos logísticos en evolución. Sin embargo, la intensidad del fenómeno varía por país.
México: epicentro del nearshoring mundial. México se ha consolidado como el principal beneficiario por:
- Su integración con EE.UU. y Canadá a través del T-MEC.
- Su infraestructura manufacturera está avanzada.
- Su proximidad al mayor mercado de consumo del mundo.
Datos clave:
- Según Boston Consulting Group (BCG), México ha superado a China como primer socio comercial de EE.UU. en bienes manufactureros.
- Según CBRE México, la demanda industrial vinculada al nearshoring alcanzó 1,7 millones de m² en 2024, con un crecimiento interanual del 14 %.
- El sector automotriz concentra el 38 % de esa demanda.
- Según Santander, el 18 % de los fabricantes mexicanos ya declara beneficiarse directamente del nearshoring.
Los sectores más impulsados incluyen automoción, autopartes, electrónica, semiconductores, aeroespacial, dispositivos médicos, agroindustria y logística.
Colombia: competitividad y Zonas Francas avanzadas. Colombia destaca por:
- Incentivos fiscales.
- Zonas Francas con regímenes aduaneros flexibles.
- Mano de obra competitiva.
- Posición estratégica para distribución regional.
Sectores con mayor proyección: manufactura avanzada, BPO, logística, agroindustria, bienes de capital y servicios a la cadena de suministro.
Costa Rica: especialización y sostenibilidad. Costa Rica se ha convertido en un hub de producción de alto valor:
- Primer exportador latinoamericano de dispositivos médicos.
- Clúster en electrónica de precisión.
- Servicios digitales y tecnologías de la información.
- Estabilidad regulatoria superior en la región.
Chile, Perú y República Dominicana. Estos países complementan la oferta con:
- Amplias redes de acuerdos comerciales.
- Infraestructura exportadora consolidada.
- Sectores fuertes en agricultura, minería, textil y logística portuaria.
Cómo impacta el nearshoring en las empresas exportadoras
El nearshoring no solo beneficia a las multinacionales que se relocalizan: abre oportunidades directas para proveedores y exportadores.
Mayor demanda de proveedores regionales. Las empresas relocalizadas requieren:
- Insumos industriales.
- Servicios logísticos y aduaneros.
- Transporte y distribución.
- Manufactura intermedia.
- Consultoría y apoyo técnico.
Acceso a cadenas de valor internacionales. Las empresas latinoamericanas pueden convertirse en:
- Proveedores homologados.
- Transformadores intermedios.
- Centros de ensamble.
- Distribuidores regionales.
Ventajas logísticas. Menores tiempos de tránsito.
- Mayor previsibilidad.
- Reducción de riesgos globales.
- Eficiencia aduanera y documental.
Aprovechamiento de acuerdos comerciales. Las reglas de origen del T-MEC y los acuerdos con la UE y Asia-Pacífico permiten una integración competitiva.
Qué deben hacer las empresas para capitalizar esta oportunidad
Desde una perspectiva de comercio exterior y aduanas, las empresas deben avanzar en cuatro áreas:
Cumplimiento aduanero y normativo. Las cadenas globales exigen:
- Certificación OEA.
- Sistemas sólidos de trazabilidad.
- Control de origen.
- Protocolos de seguridad y compliance.
- Documentación aduanera sin errores.
Optimización de regímenes aduaneros. El uso eficiente de:
- Depósitos Aduaneros (DA).
- Depósitos Distintos del Aduanero (DDA).
- Zonas Francas.
- Perfeccionamiento Activo (RPA).
permite reducir costes y aumentar competitividad.
Revisión de la estructura logística. Incluye:
- Digitalización documental.
- Integración EDI.
- Análisis avanzado de Incoterms.
- Reducción de tiempos improductivos.
- Coordinación con operadores internacionales.
Integración de criterios ESG. Los compradores globales exigen:
- Reducción real de huella ambiental.
- Buenas prácticas laborales.
- Gestión ética de proveedores.
El nearshoring marcará la competitividad exportadora en la próxima década
La relocalización productiva hacia América Latina ya está en marcha.
México es el caso más evidente, pero otros países están fortaleciendo su oferta industrial, logística y normativa para integrarse en este movimiento.
Para las empresas exportadoras, el nearshoring representa una oportunidad real para:
- Diversificar mercados.
- Acceder a nuevos clientes globales.
- Optimizar su logística y aduanas.
- Elevar su competitividad.
- Consolidarse como proveedores estratégicos.
El reto no es identificar la oportunidad, sino prepararse para ella.
Porque el nearshoring no es una tendencia temporal: es una nueva arquitectura productiva y logística, y América Latina ocupa un lugar central. En Masegosa Consulting ayudamos a toda empresa que importe o exporte a conocer y trabajar con estos países desde España en sus procesos de importación y exportación, conoce cómo lo hacemos escribiéndonos.













