La exportación de uva de mesa de la Región de Murcia alcanzó las 95.600 toneladas en 2024, representando el 57 % del total nacional, por un valor de 246 millones de euros.
De este modo, la Región se consolida como la principal productora de uva de mesa de Europa y supone el 90 % del cultivo en España, contando con empresas productoras y comercializadoras punteras a nivel mundial.
Estos son algunos de los datos destacados por la consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Sara Rubira, en Totana durante el inicio de la campaña de recolección de uva de mesa, donde mantuvo un encuentro con los principales productores regionales y con el presidente de Apoexpa, Joaquín Gómez.
“Es uno de los productos estrella del campo en la Región de Murcia, de una excelente calidad y sabor, y muy demandada en su variedad sin semillas, fruto de la labor investigadora del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental, Imida”, explicó la consejera.
Más superficie
En esta campaña se ha producido un pequeño aumento de la superficie. En concreto, se han alcanzado las 7.452 hectáreas y la estimación de cosecha es de 236.705 toneladas, un 1,5 % más que en 2024, siempre que las condiciones climáticas sean favorables.
Además, la Región de Murcia es la primera comunidad autónoma en importancia en cuanto al registro de parcelas y almacenes de confección autorizados para la exportación de uva a la República Popular China. Hay inscritas más de 860 parcelas, con una superficie conjunta de 1.561 hectárea, que suponen el 25 % del total de la superficie regional y una producción estimada de 57 millones de kilos.

Investigación y desarrollo de nuevas variedades
El Imida, en colaboración con la Sociedad Murciana de Investigación y Tecnología de Uva de Mesa (Itum), ha desarrollado 20 nuevas variedades de uva de mesa sin semillas, impulsado por el Gobierno regional.
Estas variedades destacan por su excelente calidad y textura muy crujiente, mejor adaptación a las condiciones climáticas actuales, rentabilidad económica para los productores, ausencia de semillas (apirenas), maduración temprana o tardía para ampliar el calendario de producción, baja exigencia en técnicas de cultivo, alta productividad, con buen tamaño de racimos y bayas, buena calidad organoléptica y resistencia a la manipulación y el transporte.
En la Región, se han plantado estas nuevas variedades en más de 1.400 hectáreas. A nivel mundial, estas uvas se cultivan en 11 países de los cinco continentes, que suman más de 2.000 hectáreas en producción, y cumplen con los más altos estándares de calidad exigidos por los mercados internacionales.