El ministro paraguayo, Antonio Rivas, cuyo país preside este semestre el bloque, dijo además, en un foro internacional virtual, que «existe mucha confianza en que el acuerdo Mercosur-UE sea ratificado durante la presidencia de Uruguay, que seguirá a la paraguaya, y de Alemania por el lado europeo.
«El gasto esencial del mundo se dirigirá a la alimentación ante cualquier otra necesidad y eso beneficiará a los países del Mercosur como importantes productores mundiales de proteínas vegetales», resaltó Rivas, citado por un comunicado de la Cancillería.
Por ello, esa condición le otorga a la región «un alto potencial para aprovecharse de un incremento de demanda de alimentos luego de superada la pandemia», manifestó durante el panel telemático de la Fundación Euroamérica, que reunió a 137 personas, entre embajadores de la UE e inversores europeos.
Rivas enfatizó que ante la situación de crisis mundial se debe apelar al entendimiento entre todos y buscar que la integración y la solidaridad sean mecanismos y palanca de salida para fortalecer el sistema de cooperación mundial.
En cuanto a los efectos negativos de la pandemia en Paraguay, el canciller señaló que el parón restringió la demanda de productos agrícolas con serios resultados en el comercio exterior, al tiempo de aumentar la demanda de recursos para hacer frente a las necesidades.
En contrapartida, destacó la acción preventiva asumida por el Gobierno desde el 10 de marzo pasado que dio como resultado bajos índices de contagio, de muertes, de internados y la contención del virus en albergues instalados en la frontera con Brasil, de donde proviene la mayoría de los casos.