En total, el servicio de Limpieza y Recogida de la Unidad Alimentaria de este centro gestionó durante los ocho primeros meses del año 2.890,341 toneladas de residuos, de las que 1.190,4 toneladas correspondieron a los desechos que pueden ser recogidos selectivamente para su posterior reciclaje, un 5,9% más que en 2019.
Entre los residuos valorizables de Mercabilbao, destacan la materia orgánica de frutas y hortalizas, con 514,9 toneladas (el 17,8%); la madera, con 510,6 toneladas (17,65%), los restos orgánicos de pescados y mariscos, con 84,8 toneladas (2,9%), el papel y cartón, con 72,8 toneladas (2,5%), y el poliestireno, con 7,6 toneladas (0,2%).
La situación generada por la pandemia de coronavirus ha hecho aumentar en un 32,4% los residuos valorizables de frutas y hortalizas, un incremento que sobre todo se ha dejado notar durante los meses de marzo y abril, por el aumento del consumo durante el confinamiento.
Por su parte, los residuos reciclables procedentes del pescado y el marisco se han reducido en un 23,3% por el retraso de la costera de la anchoa y el cierre de la hostelería durante los primeros meses de la crisis sanitaria.
Como consecuencia de la disminución de la venta de pescado y marisco y la reducción del poliespán y la madera, el volumen de residuos totales ha disminuido ligeramente un 4,35% de enero a septiembre de 2020.
Por su parte, los residuos que no pueden ser reciclados han alcanzado las 1.699,9 toneladas, un 10,4% menos que el pasado años, lo que los responsables de Mercabilbao consideran «positivo» y dentro de su pretensión de minimizar los desechos no valorizables.