Esos son algunos de los datos aportados este lunes por el jefe del servicio de Pesca y Acuicultura de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Pesca de la comunidad autónoma, Emilio María Dolores, que ejerce como portavoz del Comité de Seguimiento sobre el Estado Ambiental del Mar Menor, que se reúne quincenalmente.
En la rueda de prensa posterior al comité, María Dolores ha detallado que en lo que va de año, la laguna ha recibido aportes de agua dulce por la rambla del Albujón de unos 6,22 hectómetros cúbicos (hm3), mientras que en todo 2021 recibió 4,5 hm3 por esa vía.
Esta misma mañana, a las 7:55 horas, la rambla vertía un caudal de 308 litros por segundo, “muy elevado”, ha dicho, a pesar de que se ha reducido con respecto al pasado 16 de mayo, antes de la puesta en marcha del sistema de bombeo, cuando el caudal era de 531 litros por segundo.
El bombeo, ha dicho, ha mejorado la situación, pero es imprescindible seguir disminuyendo los aportes, y ha confiado en que “se ejecute a la mayor brevedad” la reparación del colector norte para poder utilizar el sistema de bombeo al 100 por cien de su capacidad, algo que ya ha ordenado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), ha señalado.
El agua procedente de la rambla deja también en la laguna fósforo (el 85 por ciento del que llega a la albufera) y nitrógeno (el 57 por ciento), responsables en buena medida de la proliferación de algas.
En concreto, en lo que va de año, se han registrado en el Mar Menor más de tres toneladas de fósforo, una cifra que solo se rozó en todo 2021, y 896 toneladas de nitrógeno frente a las 740 toneladas de todo el año pasado.
Estos contaminantes junto con el aumento de la temperatura del agua, actualmente en 24,76 grados, ha llevado a una “proliferación masiva de algas” en las últimas semanas que han generado una situación “absolutamente dramática” en la que nunca se había visto el Mar Menor, ha señalado el portavoz.
En concreto, en lo que va de año se han retirado 5.900 toneladas de algas, dos tercios de ellas, 4.200 toneladas, entre el 1 de abril y el 20 de mayo.
Según Emilio María Dolores, esa actividad es imprescindible no solo para hacer accesible la zona de baño, sino también para evitar que las algas entren en putrefacción, lo que tendría dos efectos nefastos para el ecosistema: el empeoramiento de las condiciones de los fondos al aumentar los sedimentos y el impulso a la proliferación masiva de fitoplancton que llevaría a reducir los niveles de oxígeno.
Actualmente, el nivel medio de oxígeno de la laguna es de 6,84 miligramos por litro, un nivel “perfectamente compatible con la vida”, pero cuya tendencia es ir a la baja cuando suban las temperaturas, lo que podría derivar en nuevos episodios de hipoxia como el detectado en la zona norte de Villa Caravaning, con valores inferiores a 2 microgramos por litro, si bien en esa zona los valores remontan por encima de 4 durante el día.
Para mejorar esta situación, la semana pasada se puso en marcha el ensayo piloto de oxigenación con microburbujas, que actualmente tiene completa la instalación de dispositivos de distribución del oxígeno y se está regulando el sistema de manera que pueda inyectar las microburbujas de forma automática siempre que haya valores por debajo de 4 microgramos por litro y hasta alcanzar los 8 microgramos.
La prueba se prolongará durante dos meses con el objetivo de valorar el nivel de escalamiento que puede tener el sistema, que es “improbable” que pueda aplicarse a toda la superficie de la laguna, pero en cualquier caso, no estará operativo de cara a este verano.
Tampoco estarán este verano, sino el próximo, los denominados “filtros verdes” que restarán nitrógeno a las aguas contaminadas y cuyas obras están a punto de adjudicarse por la comunidad autónoma, ha dicho.
En cuanto a las medusas, por el momento no se han detectado muestras de que se estén reproduciendo en este ecosistema.