La cosecha de puerros está siendo especialmente difícil en Bélgica y Países Bajos por las numerosas lluvias de finales de año, que provocó la inundación de los campos de puerros.
Esta situación provocó cuellos de botella en las entregas y las heladas complicaron la cosecha en algunas regiones e «incluso paralizaron el trabajo en algunas zonas», expone Farina Lurz, consultora de la consultora AMI.
Los consumidores tuvieron que pagar en la tercera semana de enero una media de tres euros por kilogramo, lo que supuso un aumento de precios del 5 por ciento en una semana. «A pesar de este incremento, la demanda en los hogares no se ha visto perjudicada», expone Lurz.
Desde finales de enero, el tiempo ha mejorado y las labores de recolección se han iniciado y los precios del mercado mayorista han descendido, así como la disponibilidad de la gama. Los puerros belgas se situaron a 2,20 euros por kilo, lo que supuso un cinco por ciento menos que en la semana tres de enero, y también descendieron los puerros de Países Bajos en un uno por ciento -2,07 euros por kilo- y los alemanes -2,05 euros por kilo- un ocho por ciento menos.
El número de ‘promos’ en las cadenas alemanas durante la última semana de enero fue similar a la de otros años.