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Los precios y el fin de la pandemia reducen un 7 % los clientes on line

En 2022, cuatro de cada diez consumidores aseguraban que llenaban su nevera a golpe de clic alguna vez, mientras que, este año, el 67 % asegura que solo hace su compra de manera física.

El incremento de los precios de los alimentos, que ha llevado al consumidor a querer comparar más, y el fin de la pandemia están en el origen de la vuelta al supermercado; en 2023, se reducirá un 7 % el número de clientes que utiliza total o parcialmente el canal online.

Así de desprende del VII Observatorio del Comercio Electrónico en Alimentación que ha difundido la patronal de supermercados Asedas y que realiza en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid y la Autónoma en base a más de 2.000 entrevistas y que confirma un cambio de tendencia.

En 2022, cuatro de cada diez consumidores aseguraban que llenaban su nevera a golpe de clic al menos alguna vez, en 2023 el 67 % de los encuestados asegura que sólo hace su compra de manera física.

De hecho, un 21 % señala que después de la pandemia ha dejado de hacer la compra online o piensa dejar de hacerlo pronto, al contrario de lo que pasaba tras la crisis sanitaria.

El precio lo que más pesa

Los investigadores han subrayado que el precio ha pasado a ser lo que más pesa, pues está en la mente de todos.

Es el contexto inflacionista una motivación para abandonar la compra digital y la principal barrera, pues el usuario busca poder ver y comprobar los productos personalmente antes de adquirirlos; también restan los precios de los gastos de envío.

El incremento de precios «considerable» que observa el 93 % de los consumidores comenzó a traducirse ya desde el pasado otoño en cambios de hábitos, especialmente apostando por la marca de distribuidor, la revisión de las marca o la búsqueda activa de productos a menor coste, destaca la documentación.

Al igual que en otros informes de consumo, se confirma el incremento de los precios de compra, un 2 % en el caso del supermercado físicamente, y el gasto medio por visita, un 18 %.

Como datos generales, los clientes que van al super a comprar calculan que destinarán en 2023 unos 1.252,64 euros, esto es, un 12 % más que el año anterior.

Es el 12,46 % de su renta lo que destinan a productos de gran consumo, un 5 % más que en el ejercicio anterior, de acuerdo con el informe.

15 minutos

Entre la ventajas de hacer la compra en línea, el estudio señala que hacerlo a golpe de clic ocupa unos 15 minutos, mientras que los compradores en el súper dedican casi una hora.

A la hora de elegir supermercado digital, las principales razones que esgrimen los encuestados son la capacidad de elegir los productos que anteriormente conoce, contar con una página web fácil y franjas de entrega adecuados a sus necesidades.

Aparecen también como los motivos más votados que no se produzcan errores en la compra y las marca blancas.

Se valora especialmente que quede claro el plazo de entrega y el horario, el coste de envío y que se pueda comprobar en cada momento cuánto se lleva comprado y gastado.

En cuanto a la categoría de los productos que se compran por internet, el informe señala que los frescos, el «bastión habitual» de la compra en tienda física, recuperan dos puntos en el supermercado virtual, en contra de la tendencia de los últimos años.

El dispositivo más habitual para ordenar la compra es el teléfono inteligente, pero la inteligencia artificial también llega al súper y ya hay un 6 % de usuarios que utiliza el asistente virtual.