En distinta medida según su estructura, color y grado de sombreado, todos los escudos de protección para cultivos agrícolas de Arrigoni favorecen el ahorro hídrico, con resultados incluso un 50% superiores a los de los campos al aire libre. Esto emerge de un pormenorizado estudio de Arrigoni, grupo líder en la fabricación de productos agrotextiles para el sector primario, presentado en Eima, salón internacional dedicado a las máquinas agrícolas.
La investigación es el resultado de pruebas sobre el terreno realizadas de abril a octubre de 2022 en Putignano, en la provincia de Bari, en el campo experimental del Grupo. Durante las pruebas se examinaron los resultados de la evaporación y de la evapotranspiración del agua del suelo, es decir, la combinación entre la evaporación del suelo y la transpiración de las plantas, que determina la pérdida total de agua de un cultivo.
Se sometieron a prueba, en particular, las gamas Fructus®, Protecta® System, Prisma®, Robuxta® y Arricover®, o sea, las coberturas de Arrigoni más empleadas por los agricultores, con resultados sorprendentes. Así es, se ha demostrado que, introduciendo un sistema de protección no pensado ex profeso para el ahorro hídrico sino con otras funciones —como el control climático, la protección frente al viento o los insectos, o bien el sombreado—, se logra un resultado importante en la contención del uso del agua.
“Tras las pruebas efectuadas —explica el ingeniero Marco Lippolis, de Arrigoni— tenemos que especificar, ante todo, que el ahorro hídrico en un cultivo hortofrutícola dependerá de manera determinante de las condiciones climáticas y del área geográfica en que se halle. En líneas generales, se puede afirmar que a medida que se incrementa la temperatura del ambiente exterior, aumenta el porcentaje de ahorro posible gracias a los escudos de protección. Análogamente, ateniéndonos asimismo a los datos medios, la capacidad de ahorro hídrico tiende a aumentar de forma proporcional al coeficiente de sombreado del tejido agrotextil”.
Concretamente, Robuxta® y Prisma®, coberturas fabricadas para la protección de una excesiva exposición a los rayos ultravioletas y para la reducción de la temperatura interior, han mostrado una capacidad de ahorro hídrico que va del 40% al 50%. Protecta® System, proyectada para proteger de la lluvia, frente a los insectos y para atenuar los efectos de las bajas temperaturas, ha permitido un ahorro del 38,5%. Fructus®, la solución de Arrigoni ante el granizo y para la protección de los huertos, facilita el ahorro hídrico un 32%. Para terminar, Arricover®, el sistema de control bioclimático de los invernaderos, propicia una reducción del 23% en el empleo de agua.
Cada uno de estos datos, circunscrito al área geográfica y al clima específicos, puede arrojar números aún más precisos para cada cultivo de aplicación a través de coeficientes de cultivo específicos del método Penman-Monteith de la FAO.
“La agricultura del hoy y del mañana —comenta Paolo Arrigoni, director ejecutivo del grupo homónimo— deberá apostar cada vez más por el ahorro hídrico. No hay más que pensar que, según los datos de la FAO, se necesitan de dos mil a cinco mil litros de agua para producir la cantidad de comida diaria de una persona. Con nuestro estudio, desarrollado con rigor científico y en colaboración con más de una decena de universidades y centros especializados internacionales como el CIHEAM, hemos contribuido de modo notable a combatir una de las emergencias más acuciantes del sector. Obviamente nuestra labor de investigación prosigue, pero nos alegra haber sentado, números en mano, nuevas bases sobre las que fundar los tipos de cultivo hortofrutícola más comunes”.