«Estoy cerrando los domingos después de muchos años con la tienda abierta», afirma Angel Palenzuela, tendero de una de las calles céntricas de Madrid, que ha visto incrementar sus ventas por encima del 100 por ciento con respecto a las mismas semanas de 2019. Son las primeras cifras de los pequeños tenderos de barrio, no sometidos a ninguna cadena y que realizan sus compras a mayoristas independientes o a las plataformas de Euromadi.
Es la realidad de la España Covid 19. Pequeños tenderos que le quitan la clientela a los hipermercados de Carrefour y Auchan o a los descuentos de Lidl y Aldi. Y todo ello porque para ir al hipermercado o al descuento hay que coger coche, llevar mascarilla y después desinfectarse ampliamente al llegar a casa. No ocurre lo mismo en las tiendas pequeñas. «Existe un cupo de personas en la tienda, y hasta que no finaliza un usuario su compra, no entra el siguiente», señala Palenzuela.
Estas tiendas han incrementado su presencia en Mercamadrid, ya que ahora elevan la presencia de frutas y hortalizas de primera necesidad. El tendero en cuestión antes sólo contaba con lo básico -tomates, manzanas, peras, plátanos, …-. Pero ahora ha elevado hasta en 15 el número de referencias.
Las ventas en este tipo de tiendas independientes de barrio funcionan bien «y lo que se trata es que cuando finalice el Covid 19 podamos retener un 20-25 por ciento de esta clientela para seguir cerrando los domingos por lo menos», apunta Palenzuela.