La producción y consumo de manzanas nacionales emite casi la misma cifra de gases de efecto invernadero que los que captan los mismos árboles, por lo que la huella de carbono es prácticamente nula, según el director general de Afrucat, Manel Simón.
El director de Afrucat señala que España «dispone de zonas geográficas con excelentes condiciones climáticas que producen las manzanas y peras más dulces del mercado, lo que permite dar respuesta a las demandas del consumidor».
Además de las consecuencias medioambientales que supone la importación de manzanas, comprar fruta producida fuera de España tiene un precio superior.
Por ejemplo, en el caso de las manzanas Golden, las importadas cuestan aproximadamente 3€/kg, mientras que las españolas 1,5€/kg.
En el resto de las variedades sucede lo mismo. Las Gala o las Fuji también tienen una diferencia de precio significativa, 2€/kg frente a 1,5€/kg y 2,5€/kg frente a los 2€/kg, respectivamente.
Se trata de unos datos alarmantes y que, según el Joan Serentill, presidente del Comité de Pera y Manzana de Fepex, “es posible cambiar esta situación y fomentar nuevos hábitos de consumo centrados en el producto local, lo que favorecería también la generación de empleo y la fijación de la población a las zonas rurales».
Consumir productos locales no solamente favorece a disminuir el impacto ambiental, sino que también contribuye a mejorar la situación social y económica de nuestro entorno, generando empleo de calidad y cuidando y preservando nuestro territorio.