Ni el incremento de la competencia con el limón extracomunitario ni la fuerte inflación que acecha a Europa han podido con este cítrico producido principalmente en los campos de Murcia, Alicante y Andalucía, dado que ha terminado su periodo de recolección con “un balance positivo”.
Así lo aseguran desde la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo de España (AILIMPO), donde añaden que “teniendo en cuenta un contexto tan complejo como el presente, los precios en origen han sido estables y superiores a los costes de producción”. Y eso que la guerra entre Rusia y Ucrania ha incidido en la comercialización del producto, sobre todo en el este y centro de Europa, ya que Turquía ha desviado volúmenes a ambas zonas que antes dirigía a los países en conflicto, buscando mayor seguridad en los pagos.
Sin embargo, AILIMPO sí que ha echado en falta más apoyo externo, al no conseguir trasladar al mercado de venta el incremento de los costes, no solo de la fruta sino de la energía, materiales, envases, transporte, etc. que ha afectado tanto a la producción en el campo como a la recolección y la confección en los almacenes. “Producimos un producto sostenible que fija carbono, con una huella hídrica reducida, con los mayores estándares de calidad y con la capacidad de llegar a cualquier lineal de Europa en 48 horas”, subrayan.