Arrigoni
Industria auxiliar

La protección de Arrigoni, ahora digital con i4fruit

Para naranjas, limones, clementinas y demás, hoy los agrotextiles del Grupo pueden incorporar sensores y alta tecnología para asegurar la máxima productividad incluso en las situaciones más difíciles.

Arrigoni, que cuenta con soluciones específicas para cítricos, ofrece ahora una ventaja adicional a sus clientes: la posibilidad de digitalizar todos los cultivos gracias a la Agricultura 4.0 propiciada por la red de empresas i4fruit, una red de sensores que se integra perfectamente en las protecciones físicas aseguradas a los huertos, para responder a las exigencias de seguridad y productividad del agricultor moderno.

La salvaguardia de los cítricos cuenta desde hoy, por tanto, con el apoyo inestimable de la tecnología, que se integra en plantaciones funcionales para responder a una doble exigencia: la necesidad de establecer una barrera física frente a las adversidades atmosféricas (granizo, escarcha, viento, etc.) y la importancia, al mismo tiempo, de programar la mejor gestión agronómica posible del huerto.

“Son múltiples —explica Giuseppe Netti, agrónomo de Arrigoni— las soluciones propuestas, según las características del área geográfica y el terreno en que nos encontremos”.

De este modo, disponen de Fructus® 5/4 (antigranizo de monohilo de polietileno de alta densidad, con trama de nido de abeja, con un factor de sombreado del 8 %); Scirocco® 50 White (red de abrigo del viento media, antiescarcha, de color blanco transparente y con un sombreado del 10 %); Iride® Multi Pro (malla Raschel indesmallable, blanco transparente, con un factor de sombreado del 8 %); Libeccio® 50 Transparent (red de abrigo del viento media, antigranizo y antiescarcha, de color blanco transparente, con un factor de sombreado del 9 %).

“Todas estas soluciones se pueden implementar con una adecuada instrumentación digital, que le permite al productor no solo garantizar la protección frente a agentes atmosféricos e insectos, sino también tener un control constante, óptimo, de su huerto, conociendo siempre la situación en tiempo real y pudiendo así decidir cuándo, cómo y con qué intervenir”, explica Netti.

Una «protección total»

No faltan tampoco aplicaciones prácticas que evidencian la validez de tales soluciones. En las últimas semanas se ha presentado públicamente el nuevo sistema de protección 4.0 en la empresa de turismo rural Badiula de Carlentini (Siracusa, Sicilia), que se ha decantado por las protecciones de Arrigoni integradas con sensores digitales para su producción biológica de limones.

La instalación del conjunto del sistema ha sido realizada por la red de empresas i4fruit, de la que Arrigoni forma parte.

Giuseppe Di Giorgio, agrónomo y titular de la empresa Badiula, explica: “Hemos querido instalar este sistema digitalizado para brindar una protección total a nuestros limoneros, tanto ante fitopatías como frente a eventos meteorológicos adversos. Además esta solución nos permite contar con una producción adelantada en el calendario, gracias a que en el invernadero se registran unas temperaturas más altas; así podemos llegar al mercado en momentos en los que el producto tiene un mayor valor.”

El nuevo sistema digital de la empresa Badiula ya ha resultado decisivo en verano de 2023.

“En esta estación sufrimos temperaturas muy elevadas —prosigue Di Giorgio— con picos de hasta cuarenta y ocho grados centígrados, que pusieron en un serio compromiso la producción del Verdello. En los limonares no cubiertos, en efecto, perdimos el 50 % de la cosecha, mientras que en la instalación cubierta no tuvimos que lamentar daño alguno”.

Regar en el momento exacto

El sistema digitalizado con coberturas Arrigoni y desarrollado por la red de empresas i4fruit, además, conllevó una ventaja ulterior. “También durante el pasado verano —confirma Di Giorgio— las altas temperaturas provocaron el estancamiento vegetativo de las plantas. Con la ayuda de los sensores decidimos someter los árboles a un estrés hídrico, no regándolos durante quince días para después, cuando las sondas indicaron el momento ideal, proceder a la irrigación. Al cabo de tres o cuatro días las plantas empezaron a vegetar. Hoy se encuentran en un estado fenológico incluso más avanzado de lo normal, es decir, más preparado para afrontar los rigores del invierno”.