Así se desprende de un estudio elaborado por la consultora IRI hecho público este miércoles bajo el título «Los productos frescos tras la Covid y el reto de la innovación», y que ha sido presentado en el marco de una jornada técnica organizada por la patronal de empresas de gran consumo Aecoc.
Los autores del informe han apuntado que los frescos son la categoría que más contribuye al crecimiento del gasto en gran consumo -en contraste con lo ocurrido en marzo, cuando el temor al desabastecimiento provocó un acopio centrado sobre todo en comida envasada-, con la carne, las verduras y las hortalizas como principales protagonistas.
Las ventas de frescos en el canal «online» crecen actualmente por encima del 55 % respecto al año anterior, aunque sigue teniendo «un peso pequeño» en comparación con el total, según estas fuentes.
La consultora de IRI Catalina González ha destacado que este tipo de alimentos «han roto la barrera» que había antes del confinamiento y ya empiezan a ser adquiridos de forma más habitual por aquellos que recurren a internet para hacer su cesta de la compra.
Precisamente la fuerte presencia de los frescos en la cesta de los españoles -suponen más del 40-45 % del total del gasto, muy por encima de otros países- era una de las razones que alegaban los expertos a la hora de justificar el lento despegue del comercio electrónico en el ámbito alimentario, al contrario que en sectores como la ropa o los viajes.
El estudio apunta a un incremento en valor «superior al 150 % en el canal ‘online'» de los productos más vendidos en la categoría de frutas y verduras, a lo que se suman fuertes subidas también en la carne de cordero.
Los especialistas de IRI han señalado que los frescos tienen «un gran potencial» para seguir creciendo en ventas -tanto físicas como a través de la web- en el escenario de desescalada actual, debido a que el consumidor prima conceptos como salud y bienestar y, al mismo tiempo, pasa más tiempo en casa de lo normal.
Otra tendencia detectada por la consultora es que el fresco en bandeja y envasado crece por encima del que se vende a granel en cada sección precisamente por la percepción de que el plástico aporta seguridad.