El equipo ha analizado el consumo de diez frutas y once tipos de verduras que forman parte de la dieta mediterránea en 6.647 participantes con alto riesgo cardiovascular, según informa la Universitat Rovira i Virgili (URV).
Además, ha valorado su consumo de fibra, vitaminas y minerales, así como algunos indicadores del estilo de vida como la actividad física, tabaquismo, sedentarismo y sueño.
Las frutas y verduras pueden agruparse en cinco categorías según su color: las naranjas/amarillas contienen beta-caroteno y vitamina C; las rojas, licopeno; las moradas/azules, antocianinas, las verdes, carotenoides, folatos y fibra, y las blancas, compuestos sulfurados.
El consumo de al menos una fruta o verdura de cada uno de los grupos anteriores es una forma sencilla de asegurar un consumo elevado y variado de frutas y verduras diariamente.
Durante el estudio se ha observado que aquellas personas que consumían gran variedad de frutas y verduras presentaban menor riesgo de consumo inadecuado de fibra y nutrientes, en comparación con aquellas cuya variedad era baja.
Finalmente, se ha comprobado que la alta variedad diaria de frutas y verduras está altamente asociada con ser una persona activa físicamente y no fumadora, es decir, con un estilo de vida más saludable.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo mínimo de 400 gramos al día de frutas y verduras para prevenir enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la enfermedad cardiovascular y distintos tipos de cáncer.
La Organización de las Naciones Unidades para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha declarado el año 2021 como el año internacional de las frutas y verduras para concienciar a la población de sus beneficios.