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La contratación de extranjeros en el campo se duplica en última década

La contratación de mano de obra extranjera en el sector agrario en Andalucía se ha duplicado en la última década y este colectivo representa casi un tercio de los afiliados a la actividad agraria en el primer trimestre de 2019.

Estos datos reflejan la contribución de la mano de obra extranjera al potente sector agrícola andaluz, que generó en 2018 una media anual superior a 375.000 empleos directos y un valor de la producción que superó los 13.200 millones de euros en Andalucía.

La importancia de las personas extranjeras en el sector agrario andaluz queda avalada por el peso de los trabajadores procedentes de otros países en la afiliación al Sistema Especial para trabajadores por Cuenta Ajena Agrarios incluidos en el Régimen General de la Seguridad Social, según ha informado en un comunicado ES Andalucía, Organización de entidades de la economía social Agroalimentaria.

Así, el sector agrícola ha registrado 546.955 contratos en el primer trimestre de 2019 en Andalucía, cifra que supone un aumento de más del 20 % con respecto al mismo trimestre del año anterior.

De ellos, casi 158.000 correspondieron a extranjeros, por lo que este colectivo de representa casi uno de cada tres afiliados al sector agrario (28,9 %).

Por provincias para el primer trimestre de este año, el 62,3 % de los contratos a extranjeros se concentran en Huelva (61.482 contratos, el 38,9 %) y Jaén (36.919 contratos, el 23,4 %).

Ambas provincias tienen una significativa producción en sectores agrícolas que requieren una importante mano de obra, como son los frutos rojos en Huelva y el olivar tradicional en Jaén.

Según la procedencia, de los contratos efectuados en el sector agrario entre enero y marzo de este año, el 71,1% corresponde a españoles, el 10,7%, a extranjeros comunitarios y el 18,2 %, a extranjeros no comunitarios.

ES Andalucía, que representan a casi 19.00 socios agricultores y ganaderos, concluye que es «difícil concebir el sector agrícola andaluz sin la aportación de la mano de obra extranjera, ya que la oferta de mano de obra nacional no es suficiente para satisfacer la demanda de contratación requerida por el campo, especialmente en las zonas productoras con una marcada orientación a la exportación».