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Frutas

La chirimoya se ‘asoma’ al mercado internacional

La campaña de chirimoya en la Costa Tropical se establece entre los meses de septiembre y abril, con una producción la pasada campaña pasada de casi las 44.000 toneladas, de las que en torno al 10 por ciento se destina al negocio de la exportación.

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La chirimoya es un producto de consumo meramente español. No en vano, entre el 60-80 por ciento de la producción pasa por las manos de los mayoristas de los Mercas y el resto se reubica entre cadenas, operadores independientes y la exportación.

Los mayoristas son los grandes acaparadores de esta fruta, aunque los supermercados empiezan a ganar peso. Sin embargo, las operaciones comerciales de los principales mercas de España son vitales para el desarrollo de este tropical, aunque esta cifra puede variar, ya que parte de las ventas que se realizan desde los operadores de estos mercados tienen en las cadenas de supermercados su principal cliente.

Pese a que la chirimoya tiene una amplia aceptación en el mercado español, la exportación también empieza a ganar protagonismo y entono al 10 por ciento ya se distribuye en el ámbito europeo.

Otra de las claves han sido los avances en investigación realizados por el sector. “Se está logrando la desestacionalización de la chirimoya, alargando la campaña hasta nueve meses y manteniendo la calidad del género”, apunta Antonio Rodríguez, presidente del Consejo Regulador de la Chirimoya de la Costa Tropical de Granada-Málaga y gerente de Los Cursos, una de las firmas de peso específico en este negocio, ya que parte de las toneladas de chirimoya que pone en escena contemplan la vía export como principal eje de salida del producto, sobre todo al territorio europeo.

Proximidad

Por cercanía, Portugal se mantiene como el principal destino para la vía export de la chirimoya española. En efecto, durante el último ejercicio, las importaciones de los operadores lusos de este tropical representaron aproximadamente el 28 por ciento. En un escalafón inferior, el tradicional mercado francés sigue siendo fiel receptor del género español y la chirimoya no es la excepción. En concreto, suma una participación del 20 por ciento de la vía export de esta fruta. El mercado de Rungis es una las puertas de entrada de esta fruta.

Alemania y Países Bajos que ya suponen, el 19 y el 18 por ciento, respectivamente, y con una tendencia alcista que se refleja en los últimos tres años. No obstante, como todo el mundo conoce la plaza neerlandesa se caracteriza por ser un mercado que no absorbe en su totalidad todo el género y que gran parte de éste se destina a la reexportación.

El destino galo

La chirimoya es una de las frutas subtropicales que poco a poco empieza a hacerse un hueco dentro de los hogares franceses. Sin embargo, su penetración y consumo viene sobre todo por la población del continente asiático.

“Para explicar esta presencia en los supermercados y tiendas tradicionales, hay más que analizar el negocio de la vía import que sigue en alza, principalmente impulsado por la pujante demanda de la población asiática”, apunta Francisco Morán, gerente de Tropibana, una de las firmas establecida en Rungis y que opera con asiduidad con este tipo de género.

El fruto de la chirimoya es delicioso cuando está maduro y el sabor varía según el nivel de madurez. Además, entre 24 y 72 horas, puede pasar fácilmente de un estado muy difícil a uno más blando, una tendencia debido al nivel de la temperatura ambiente. “Todo esto es bien conocido precisamente por el consumidor asiático”, apostilla Morán.

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