Así lo ha manifestado, según traslada la Junta en una nota, durante una visita a Campoejido, cooperativa de suministros para la agricultura de El Ejido (Almería) que cuenta con más de 2.800 socios, a la vez que ha trasladado que la bioeconomía «una gran oportunidad de futuro para el agro andaluz».
«Especialmente para la provincia de Almería, ya que cuenta con un volumen importante de material vegetal generado (entre un millón y 1,8 millones de toneladas de restos vegetales) que servirán para crear nuevas empresas y nuevos puestos de trabajo en torno a ella», ha dicho.
Ha recordado que el Gobierno andaluz aprobó en septiembre la Estrategia Andaluza de Bioeconomía Circular «para pasar de una economía lineal a otra basada en la reducción, reutilización y reciclaje de los subproductos vegetales».
El titular de Agricultura de la Junta ha continuado señalando que, además, «se está dando respuesta a las personas consumidoras, cada día más exigentes con las condiciones de producción».
Ha insistido en que la agricultura andaluza «ha mejorado mucho la sostenibilidad en la última década con la implantación de la producción integrada y el control biológico de plagas». «Seguimos avanzando en sostenibilidad. Cada vez más invernaderos se certifican como producción ecológica ya que hay más de 2.600 hectáreas ya certificadas en Almería y se prevé llegar a las 5.000 en cinco años».
También se ha referido, por otro lado, a líneas de ayudas, como las recientes convocatorias para jóvenes agricultores y para el Plan Renove de Invernaderos, dotada cada una de ellas con 30 millones de euros y que se pueden solicitar hasta el día 14 y 28 de diciembre, respectivamente.
Por otro lado, Sánchez Haro ha visitado de forma previa en Vícar (Almería) la empresa Agrobío, donde ha dicho que «el control biológico es garante de la sostenibilidad de las producciones y de la adecuación a los gustos del consumidor actual, que en todo el mundo orienta su elección cada vez más hacia los alimentos producidos de forma más natural».
El consejero ha hecho un llamamiento a no bajar la guardia en la cuestión del control biológico, al que ha definido como «una de las señas de identidad de la agricultura almeriense». En este sentido, ha recordado que es un carácter diferenciador que aporta un valor añadido a la producción.
