Las ventas de frutas y hortalizas en Italia se estabilizaron en 2024 tras una década de descenso progresivo del consumo en el país. Así se desprende del Informe 2024 sobre frutas y hortalizas compradas por los hogares italianos, elaborado por el CSO Italia.
«No debemos engañarnos –advierte la directora del CSO, Elisa Macchi – la señal es todavía débil y es demasiado pronto para hablar de una posible recuperación». Es más, según afirma, «el nivel de consumo sigue siendo bajo, especialmente porque el gasto general sigue aumentando debido al incremento del precio medio, que alcanzó un nuevo récord en 2024».
Y es que, los consumidores italianos compran menos frutas y verduras que en el pasado, pero gastan más para llevarlas a su mesa. Las causas están claras: el cambio climático ha reducido la disponibilidad de algunos productos, la crisis energética y el aumento de los costes de producción han encarecido la producción, el transporte y el almacenamiento de productos frescos.
Al mismo tiempo, el crecimiento de la gran distribución y la consolidación del segmento premium han empujado hacia una mayor segmentación de frutas y hortalizas, con referencias de mayor valor añadido.
«En definitiva», señala Macchi, «la estabilización del consumo en 2024 no es sinónimo de recuperación, sino el resultado de un precario equilibrio entre factores económicos, de producción y de consumo. El reto para el futuro será invertir esta tendencia, encontrando estrategias para hacer que las frutas y hortalizas sean más accesibles y atractivas para todos los segmentos de la población. En este contexto, es cada vez más urgente una comunicación eficaz y específica, que pueda potenciar el papel de las frutas y verduras en la nutrición diaria y dirigirse a los consumidores con herramientas y lenguajes adecuados a los tiempos».
Nuevos hábitos de consumo
Por el lado de la demanda – subraya el CSO Italia – hay signos de cambio en las preferencias de los consumidores. Mientras que la población de mayor edad mantiene una fuerte propensión a comprar frutas y verduras, las generaciones más jóvenes muestran un comportamiento menos predecible.
Por un lado, la búsqueda de productos saludables y funcionales es cada vez mayor, pero por otro lado, se está fortaleciendo el uso de soluciones alternativas como los productos procesados o listos para consumir, que quitan espacio a las frutas y verduras frescas. Las percepciones de los precios también influyen: en un momento de aumento del gasto, muchos consumidores ven las frutas y verduras frescas como una categoría más cara que otras opciones de alimentos.
Sin embargo, la incidencia de las frutas y hortalizas en el gasto de los hogares en alimentos y bebidas no supera el 4,1 %.
Por productos y canales
Tras el fuerte descenso de 2023, el volumen de fruta fresca comprada en 2024 se mantuvo aproximadamente en los mismos niveles, con un aumento del gasto del 3 %.
También para la categoría de hortalizas, 2024 confirma que los volúmenes se mantienen sustancialmente sin cambios en comparación con el año anterior y, de hecho, el gasto aumenta un 1,5 %.
Entre las frutas, hay descensos para las manzanas, naranjas, melocotones, kiwis, fresas y ligeros descensos para las uvas de mesa. Por otro lado, crece la compra de plátanos, peras, nectarinas y melones.
En hortalizas, las patatas, las hojas, los espárragos y la achicoria están disminuyendo, mientras que el rendimiento de los tomates, las zanahorias y los calabacines es bueno.
El comercio minorista a gran escala (GDO) se confirma como el principal canal de compra para los hogares italianos, con un total de 4,13 millones de toneladas, lo que supone un crecimiento del +3 % respecto a 2023.
Entre sus componentes, los supermercados representan el segmento más importante, con 2,43 millones de toneladas, un 2 % más que el año anterior. Las tiendas de descuento han subido un 7 % en comparación con el año anterior, confirmando la tendencia actual. En el lado opuesto se encuentra el canal tradicional, que sigue perdiendo terreno.