La agricultura de la Región de Murcia ha sido la más damnificada (49,1 millones de euros), seguida de Castilla-La Mancha (33,6 millones), Cataluña (33,1 millones), Aragón (28,6 millones), Andalucía (28,1 millones) y Comunidad Valenciana (25,6 millones).
Los daños se han producido sobre todo en fruta de hueso y de pepita (93,6 millones de euros en indemnizaciones), explotaciones pecuarias (47,5 millones), cítricos (45,5 millones), uva de vino (26,1 millones), frutos secos (14,9 millones) y hortalizas (10,7 millones).
En un comunicado, fuentes de Agroseguro han hecho una cronología de los incidentes meteorológicos, que comenzaron los primeros días del año con temporales de viento y con heladas de la borrasca Filomena, que bajaron las temperaturas a 20 grados bajo cero en el interior y a 6 grados bajo cero en puntos del litoral mediterráneo.
Estas circunstancias provocaron daños en cultivos que se encontraban en desarrollo y maduración, como las hortalizas al aire libre de producción invernal y aquellas que se cultivan bajo cubierta.
También en variedades tardías de cítricos, olivar -en este caso por rotura de ramas y daños por helada en madera o en yemas de invierno, cuyos efectos definitivos dependerán de su evolución en los próximos meses-, así como en explotaciones ganaderas, por rotura de cubiertas en sus instalaciones y pérdida de animales.
Agroseguro ha recordado que el mes de febrero trajo fuertes vientos por la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia.
En marzo, la entrada de una masa de aire frío por el nordeste peninsular el día 19 provocó un desplome de las temperaturas nocturnas en Andalucía, Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, La Rioja y Región de Murcia, con daños severos en fruta de hueso y en variedades adelantadas de fruta de pepita, en pleno período de floración y cuajado.
El almendro también sufrió las consecuencias de las heladas en marzo al estar sus frutos en las primeras etapas de desarrollo, así como la alcachofa, el espárrago, el guisante o la patata, han precisado.
El comportamiento inestable de marzo y abril dejó tormentas de pedrisco que afectaron a producciones de frutales de hueso en el sureste de la península, arco mediterráneo y centro peninsular; estos episodios también causaron daños en almendros, ya mermados por las heladas del primer trimestre.
Abril -han añadido- estuvo de nuevo marcado, a mediados del mes, de heladas en la mitad norte y centro de la península, con daños en viñedos de casi todas las zonas de producción.