El operador-importador Greenyard cierra el tercer trimestre de su ejercicio 2018-2019 con una disminución de sus ventas del 4,5 por ciento en productos frescos. Las ventas de productos frescos se fueron a los 730 millones de euros frente a los 782 millones del mismo trimestre del ejercicio anterior.
Greenyard lleva facturados hasta septiembre de 2018 la cantidad de 2.380 millones de euros. Para la firma, «el declive de facturación responde a un descenso en el volumen de ingresos por la contínua presión de los precios debido a la dura competencia detallista en los mercados importantes», señalan desde el grupo.
Las bananas, manzanas, uvas, peras, melones, frutas de hueso, pimientos y tomates fueron las categorías en las que Greenyard más tuvo que pelear para mantener los precios ante los clientes. Uno de los pocos productos que sumó a los ingresos de Greenyard fue el aguacate.
La firma europea señala que donde se notó más la guerra de precios entre los supermercados en el capítulo de frutas y hortalizas fueron en los mercados de Alemania y Bélgica.