Industria auxiliar

Fructus y Biorete: soluciones a medida de Arrigoni para proteger los frutales

Los escudos Fructus® y Biorete® son una respuesta eficaz para la prevención contra amenazas tales como insectos, virosis y granizo.

El periodo que va desde mayo hasta septiembre es decisivo para la campaña frutícola entera y, al mismo tiempo, son los meses con mayor concentración de problemas, tanto los relativos a las plagas, como los que acarrea el tiempo atmosférico, como el granizo.

Por eso, apostar por las soluciones innovadoras de Arrigoni para proteger la huerta frutal —por ejemplo, las gamas Fructus® y Biorete®— puede constituir una decisión previsora y eficaz. Y todo ello, además, respetando plenamente un sistema de agricultura verde y sostenible.

Las manzanas, peras, melocotones y albaricoques se encuentran entre las categorías de fruta más consumidas y apreciadas en todo el mundo, junto con los plátanos y los cítricos.

La competitividad del mercado, sin embargo, exige una producción muy atenta para reducir al mínimo los factores que pueden afectar al rendimiento y la calidad. Entre ellos se encuentra, obviamente, el granizo, cuyos efectos se siguen sufriendo. Basta pensar que en 2021, según la European Severe Weather Database (Base de datos de fenómenos meteorológicos severos en Europa, ESWD), a mediados de julio del año pasado ya se habían registrado en Italia más de 426 eventos extremos que golpearon duramente la producción agrícola.

Arrigoni responde a estos problemas, en primer lugar, con la gama de mallas antigranizo Fructus®. Fructus® representa una propuesta eficaz no solo contra el granizo, sino también contra el ataque de algunos de los insectos más peligrosos para las manzanas y las peras (como la Cydia pomonella), cuando se instala rodeando la huerta frutal. Estas ventajas inmediatas se completan con otras que contribuyen decisivamente a mejorar el rendimiento de producción. Las mallas Fructus® se han diseñado para optimizar el microclima mediante la reducción de la temperatura media diaria y el aumento de la humedad relativa. Estos efectos crean condiciones favorables para el crecimiento y la fructificación de las pomáceas.

Protección

Al cerrar la huerta frutal por los lados, se añade una protección eficaz contra pájaros y varios tipos de insectos, lo que reduce notablemente las enfermedades, dado que los insectos son uno de sus principales vectores de transmisión. Por otra parte, la reducción de la intensidad de la luz durante la maduración, combinada con los efectos microclimáticos, influye positivamente en el tamaño de los frutos, los atributos sensoriales y la composición organolépticas de las pomáceas.

En la actualidad, el melocotonero es otro cultivo que se halla limitado por varias plagas que a menudo son vectores de transmisión de otros virus patógenos. Estos problemas se intensifican sobre todo en las variedades de melocotones intermedio-tardías y tardías, en las que los insectos como la Ceratitis capitata y la Drosophila suzukii pueden hacer estragos a causa de su alta tasa reproductiva.

Los escudos Biorete® realizados por Arrigoni se caracterizan por su gran eficacia en este empleo: gracias a su conformación especial, Biorete® crea una barrera física contra las plagas y el consiguiente desarrollo de posibles virosis. Al mismo tiempo, se crea un microclima mejorado con respecto a la simple película de plástico y se reduce marcadamente la necesidad de recurrir a fitosanitarios, lo que se traduce en un ambiente más saludable y una mayor calidad de la fruta.

Eficacia

Por último, para los climas especialmente cálidos está disponible la malla Biorete Air Plus®, un sistema de monofilamentos aún más finos que garantizan tanto una ventilación mejorada como una protección eficaz contra las plagas más pequeñas.

«La fruticultura moderna —comenta Paolo Arrigoni, consejero delegado del Grupo Arrigoni— exige respuestas eficaces para problemas cada vez más complejos. Son muchos los parámetros que hay que tener en cuenta y algunos son muy difíciles de conciliar, como ocurre con el aumento de la producción de cara al respeto del medio ambiente. Nuestra investigación continua en el mundo de las protecciones para la agricultura nos permite desarrollar propuestas verdaderamente innovadoras y duraderas. Además, en Arrigoni ponemos a disposición de los fruticultores verdaderas soluciones personalizadas, hechas a medida según las características del terreno y el territorio».