El tema se trató en un Consejo de Agricultura en Luxemburgo en el que, como se hace dos veces al año, la Comisión pasó revista a la situación de los distintos mercados agrarios.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, explicó en declaraciones a Efeagro al inicio del Consejo, el lunes, que preocupa «la situación del mercado del tomate, las importaciones de productos terceros y cómo afecta a nuestra producción, en materia de precios y de superficie cultivada«.
«En particular con los tomates y la fruta de verano, los estados miembros están informando de una creciente presión desde hace unos años por las importaciones desde países terceros, en particular de Turquía y Marruecos y piden revisar los acuerdos de importación y han pedido la revisión de los acuerdos de importación con esos países«, señala un documento elaborado con vistas a la reunión.
En particular, se constató que se ha producido una recuperación en el sector alimentario de la UE tras la reapertura gradual del canal horeca (restaurantes, hoteles y cafeterías) y el levantamiento de las restricciones a la circulación de personas y mercancías por la pandemia de la covid-19.
Sin embargo, algunos estados miembros «informaron de problemas en sectores y regiones específicos que han afectado los ingresos de los productores», según un comunicado difundido por el Consejo tras la reunión.
El debate de los titulares europeos tomó como partida un documento, elaborado a partir de los datos de la Comisión y los países, que analiza la situación por sector y recoge las preocupaciones de los distintos países.
En ese contexto, la falta de agua en España «podría» ser un problema para la campaña 2021-2022, «aunque es demasiado pronto para poder afirmarlo«.
En el caso del vino, «tras un año de perturbaciones acumuladas en el mercado (aranceles estadounidenses, pandemia de COVID-19 y cierre de HORECA, Brexit), el mercado del vino está mostrando algunas señales de una esperada recuperación».
Según los datos de los Estados miembros, la producción de vino de la presente campaña es un 9 % superior a la del año pasado.
No obstante, la fría primavera de este año ha provocado daños en muchos viñedos en Europa, lo que «podría conducir a una disminución significativa del rendimiento, aunque actualmente es difícil tener una imagen clara del impacto de las heladas».