Las empresas productoras italianas de tomate están sufriendo las altas temperaturas que se están registrando este invierno, hasta el punto de que el presidente de la IGP Pomodoro di Pachino, Sebastiano Fortunato, habla de profunda crisis en la categoría.
«Las empresas corren un gran riesgo por esta temporada atípica tanto en términos climáticos como comerciales», apunta Fortunato en una entrevista en el portal IFN.
Y es que «el peso de la mano de obra sigue siendo especialmente alto en las explotaciones sicilianas y es un hándicap difícil de superar», comentaba a nuestro corresponsal en Italia, Giovanni Nicotra, en una entrevista publicada en la edición F&H 513, donde se analizaba la oferta de los proveedores de invierno hacia Europa.
Fortunato indica que el peso de la mano de obra entre las empresas sicilianas de tomate ronda el 60 por ciento y «tenemos unas temperaturas que han enloquecido los cultivos, hasta el punto de recolectar en 15 días la misma cantidad que lo recolectado en 45 días durante la campaña pasada«.
Una anomalía que rompe todos los mercados de una producción ya lenta durante el presente ejercicio. «Con esta sobreoferta poco se puede negociar con los destinos y más cuando el mercado de Canadá nos ha cerrado ahora las puertas por problemas de mosca mediterránea», apuntaba el presidente de la IGP.
Ahora las empresas italianas han empezado el proceso de normalizar la situación con Canadá para recuperar de nuevo el mercado americano.