Con una pérdidas directas e indirectas de 8 millones de euros, según estimaciones de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) que La Unió eleva a 8.000 hectáreas y 9,8 millones de daños.
«La nueva tormenta causó graves daños en cultivos que están en plena época de recolección», aseguran desde AVA, que indica que la zona más castigada por la piedra fue la parte occidental de la comarca de Utiel-Requena, concretamente los términos de Fuenterrobles, Villargordo del Cabriel y Utiel.
La Unió también ha concretado que los daños más importantes se concentran de nuevo en la comarca de Utiel-Requena con el 86 % (unas 6.500 hectáreas), sobre todo en las localidades de Villargordo del Cabriel, Fuenterrobles, Venta del Moro, Caudete de las Fuentes y Utiel.
Otras comarcas afectadas fueron las del Alto Palancia y Plana Baixa en la provincia de Castellón y l’Horta Sud, La Serranía y la Canal de Navarrés, en Valencia.
Alrededor de 3.000 hectáreas, principalmente de viñas, aunque también de almendras y olivar, sufrieron una merma media del 30 por ciento de la cosecha y hay viñedos que alcanzarán el 80 % de afección, según la estimación de AVA.
La uva de vinificación ha sufrido el 65 % de las pérdidas, seguido del olivar y almendro con el 14 % cada uno. También los viveros y ornamentales con el 2 %, y cítricos y hortalizas con el 1 %, según los datos de La Unió, que advierte de que la humedad puede provocar daños en las variedades tempranas de algunas zonas de cultivo del arroz.
Las abundantes e intensas lluvias en L’Horta Sud, especialmente en Silla, Albal y Catarroja, acentuaron la humedad excesiva en los arrozales, y AVA-ASAJA ha constatado consecuencias negativas en, al menos, 2.000 hectáreas de arroz, tanto pérdidas directas de producción en las variedades tempranas como Provisia, como pérdidas indirectas por la aparición de hongos.
Son daños que se suman a los «devastadores estragos que ya había ocasionado la falta de precipitaciones y varias tormentas de pedrisco en la comarca«, coinciden ambas organizaciones agrarias.
En La Plana Baixa de Castellón ya se empiezan a observar las cicatrices en la piel de los cítricos que ocasionó el pedrisco de la semana pasada; y en La Ribera Alta de Valencia, sobre todo en Algemesí y Albalat de la Ribera, donde la semana anterior hubo precipitaciones superiores a los 200 litros por metro cuadrado, se han detectado problemas como caída de frutos, daños en ramas y problemas de encharcamiento.
A las pérdidas directas habrá que sumar las de las producciones de años venideros y los daños en infraestructuras afectadas por fuertes vientos, arrastre de las lluvias, caída de árboles, además de los daños de reparación (tanto en fungicidas como en mano de obra), alertan.
Vuelven a pedir medidas fiscales
AVA ha reiterado a las distintas administraciones la necesidad del establecimiento de medidas fiscales dirigidas a los agricultores afectados por estas adversidades climáticas.
Además de las medidas solicitadas al Gobierno y a la Generalitat, pide a los ayuntamientos que, debido a la anomalía climática o a los problemas de rentabilidad, modifiquen sus ordenanzas fiscales y bonifiquen el IBI Rústico a las explotaciones ubicadas en sus términos.
La Unió, por su parte, solicita al conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, que convoque a las organizaciones agrarias para evaluar los daños y establecer medidas de apoyo a los agricultores afectados, ya que los daños tras varios episodios son elevados.
En este sentido, reclamará la agilización de las peritaciones de los campos siniestrados, la concesión de ayudas directas, la condonación del IBI de las parcelas cultivadas y construcciones presentes en ellas, la bonificación de las cuotas de la Seguridad Social durante un año y el establecimiento de préstamos con interés subvencionado.