Con el objetivo de que dicho proyecto se pueda poner en marcha cuanto antes, desde hace unas semanas se están intensificando los encuentros con directivos de empresas comercializadoras hortofrutícolas y con asociaciones como Coexphal, reuniones en las que también participan de forma activa agentes de las consignatarias de buques que operan en el Puerto de Almería –Ronco & Cia. y López Guillén-, así como de la empresa de transportes y logística JCarrión. En cualquier caso, según han precisado los participantes en estos encuentros, el proyecto está abierto a todas las empresas agrícolas y de transportes que tengan interés en sumarse a él.
En este sentido, las reuniones se han abierto a representantes de cadenas europeas de supermercados, ya que la intención es implicar en el proyecto a la gran distribución que comercializa productos de Almería, y que en última instancia es la receptora de los productos frescos.
Según Jesús Caicedo, que ha reconocido la buena predisposición que están mostrando todas las partes, ha precisado que el objetivo es lograr el compromiso formal de los agentes implicados –incluidos los grandes grupos logísticos-, “para que el proyecto se ponga en marcha a lo largo de la campaña hortofrutícola 2019-2020”.
El proyecto FFVL
El proyecto –denominado Fresh Fruit And Vegetables Logistics (FFVL)- tiene por objetivo poner en marcha un servicio de transporte intermodal para la distribución por Europa de frutas y verduras desde el sureste español. Contempla que una parte del recorrido, que actualmente se realiza por carretera, se desarrolle por vía marítima, sin que la combinación camión-barco que se plantea afecte a los periodos de entrega de las mercancías en los mercados de Centroeuropa y Europa del Norte.
El FFVL consiste en el establecimiento de un servicio regular de dos relaciones por semana entre los puertos de Almería y Sète. Para dicho servicio se contará con un buque tipo ro-ro con capacidad para 100 semirremolques frigoríficos. El hecho de que buena parte del recorrido –unos 1.200 kilómetros- se realice por vía marítima, traerá consigo una serie de ventajas para las empresas que utilicen este modelo de transporte intermodal. Y es que, además de ser competitivo, es también un servicio de transporte más sostenible -por su contribución a la reducción de la huella de carbono-, algo que es cada vez más valorado por los consumidores y que la Unión Europea contempla en su normativa.