De esta forma, autónomos y empresas que podrían estar pensando ya en invertir tendrán a su disposición estos avales, que harán a su vez que la banca, al contar con garantía del Estado, les conceda más fácilmente la financiación.
El Ejecutivo quiere dar luz verde a la operativa de esta línea de avales públicos anunciada a principios de julio, lo que supondrá conocer los porcentajes de coberturas y la distribución por tramos.
La nueva línea de 40.000 millones es independiente de la de 100.000 millones habilitada para que las empresas afrontaran, principalmente, problemas de liquidez generados por el parón de la economía tras decretarse el estado de alarma para frenar la expansión del coronavirus.
La medida forma parte del plan de reactivación de la economía y el empleo y se dirige a impulsar la actividad inversora y fomentarla en las áreas donde se genere mayor valor añadido, en torno a dos ejes principalmente: la sostenibilidad medioambiental y la digitalización.
El Gobierno volverá a recurrir al modelo de colaboración público privado y quiere replicar el modo de aprobación y gestión que se siguió con la línea de avales para la liquidez, con el fin de optimizar los recursos y la capilaridad de la llegada de los fondos al tejido productivo.