La población jornalera cercana al Islam se muestra intranquila por los problemas de confinamiento con motivo del Covid 19 en toda Europa, en la que no está permitida las reuniones familiares o de amigos, si no se encuentran en la misma vivienda en el confinamiento.
Esta norma no gusta a muchos de los jornaleros cercanos al Islam, ya que «nuestra norma es celebrar el iftar -la comida tras la puesta del Sol- con amigos y familiares en diferentes casas y este tipo de actos han sido suspendidos por el coronavirus», señala el jornalero Mustafá Soucrat, ubicado en Níjar.
El cierre de fronteras también ha perjudicado a aquellos que pretendían a pasar el Ramadán en Marruecos y tenía previsto cruzar el Estrecho de Gibraltar antes del 23 de abril, fecha de inicio de esta fiesta religiosa. Los marroquíes aceptan la dificultad, por no decir la imposibilidad, de cruzar la frontera sino es como un ‘tironero’ con un transportista profesional.
El escenario no es cómodo para la mayoría de los jornaleros marroquíes que se encuentran en España y confían en no tener problemas con los Cuerpos de Seguridad del Estado y la Policía Local si celebran el iftar en un espacio cerrado alejado de los espacios públicos.