Intercitrus Sudáfrica cold treatment
Cítricos

El CGC exige la imposición del ‘cold treatment’ también a las mandarinas

Lo hace una vez más y tras la detección de la 'falsa polilla' en una partida de mandarinas de Israel, el tercer mayor proveedor de este producto a la UE.

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El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), la asociación que aglutina a los exportadores privados españoles de cítricos, ha vuelto a insistir este martes en la importancia de imponer el ‘cold treatment’ también a las mandarinas importadas por la Unión Europea (UE).

Lo ha hecho tras la detección de la ‘Falsa polilla’ (T. leucotreta) en mandarinas procedentes de Israel. Un hecho que, según el CGC, viene a ratificar que la necesidad de imponer el tratamiento de frío a «las importaciones de todos los países que tienen declarada esta plaga -a Sudáfrica y también a Israel- y a todos los cítricos que pueden hospedarla, no sólo a la naranja», como decidió la UE; también a las mandarinas y los pomelos.

Según ha explicado la asociación en un comunicado, para evitar el riesgo de entrada de este patógeno de cuarentena, el ‘cold treatment’ requiere el monitoreo de la temperatura de la parte central de la fruta (de la pulpa) a través de, al menos, tres sondas, y es indispensable que se alcance, en todo el producto, la temperatura programada durante el tiempo de tratamiento especificado.

El caso de Sudáfrica

En noviembre, en el transcurso de una visita a Valencia de responsables de la Comisión Europea (CE), el CGC –en representación de Intercitrus- ya expuso y mostró pruebas «evidentes» de cómo Sudáfrica había evitado cumplir lo publicado en el DOUE en junio de 2022.

Efectivamente, las autoridades sudafricanas expidieron certificados fitosanitarios cuyo cumplimiento después no se verificó en destino en los puertos europeos por parte de los inspectores de los Estados miembros.

El tratamiento de frío realizado no fue tal porque no se ajustó a la normativa internacional a la que se refería el reglamento comunitario y la temperatura exigida no se aplicó sobre la pulpa del fruto, ni se monitorizó con las tres sondas especificadas. Con tal modo de proceder, se abarataron los costes de los envíos a la UE, se facilitó la logística de los contenedores, pero no se actuó con eficacia contra la plaga.

Tal irregularidad ayuda a entender que, en octubre, de hecho, se detectara ‘Falsa polilla’ en una partida de naranjas sudafricanas revisadas en un puerto europeo que, como las demás, portaba el citado certificado.

¿Por qué no a Israel?

Según el CGC, por razones que se le «escapan», la CE aplicó un criterio distinto en el caso de Israel y confió en un ‘enfoque de sistemas’ alternativo para no imponer a sus cítricos el mismo tratamiento de frío que exigía a las naranjas de Sudáfrica, así como a otros países africanos.

El mayor riesgo de transmisión en el caso del país hebreo, dada su producción y exportación abrumadoramente mayoritaria, se daba con las mandarinas. Y así ha sido como, en el segundo mes álgido de su campaña de exportaciones a la UE –en febrero- se ha hallado la temida plaga en una partida de mandarinas tardías.

La importancia de extender un tratamiento de frío eficaz y ‘real’ a todas las naranjas, mandarinas y los pomelos procedentes de países donde el patógeno esté presente se antoja «crucial» dados los volúmenes de importaciones de uno y otro país.

De hecho, de enero a diciembre de 2022, Israel fue el tercer mayor proveedor de mandarinas, con exportaciones que ascendieron a 59.875 Tn y una cuota sobre el conjunto del 14,8%; en el mismo periodo y para este cítrico, Sudáfrica fue líder por delante de Marruecos, sumó 125.202 Tn y alcanzó una cuota del 30,9%. Sudáfrica también fue en 2022 el primer proveedor, tercero destacado de naranjas, con 383.042 Tn, con una cuota del 43,6%, muy por encima del segundo, Egipto (219.928 Tn).

El CGC reitera, en coincidencia con lo manifestado en su momento por el propio ministro de Agricultura, Luis Planas, que la denuncia presentada por Sudáfrica ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra la UE por la aplicación del ‘cold treatment’ a sus naranjas no tiene recorrido alguno.

El país austral, a causa de esta misma plaga y sólo para esta campaña, está obligado a aplicar este tratamiento (uno mucho más duro, de hecho) en sus exportaciones de cítricos a 20 países, incluidos EE.UU., China, Japón, La India, Korea del Sur…. Contra ninguno de ellos Sudáfrica ha abierto un panel.