Los pronósticos de cara a este ejercicio agrícola de cultivo de albaricoque en la UE, y con los principales países productores como grandes protagonistas, apuntan a un descenso en el volumen productivo, recuperando guarismos muy similares de principios de la década de los noventa, donde la producción de albaricoque estaba alrededor de las 580.000 toneladas.
La campaña de albaricoque 2018 en el Viejo Continente muestra un descenso productivo en torno al 18 por ciento con respecto a las 679.817 toneladas cosechadas en el ejercicio precedente. Un descenso que se debe a la climatología adversa que se ha registrado en Europa durante el mes de marzo.
De hecho, el caudal productivo de albaricoque se elevará hasta rozar el umbral de las 143.000 toneladas, mientras que otras zonas productivas como, Francia, Italia y Grecia presentan unos pronósticos de cosecha menor en comparación a 2017.
Javier Basols, presidente del Grupo de Trabajo de Fruta de Hueso de Cooperativas Agro-alimentarias de España, apuntó que con respecto al comportamiento del mercado, su confianza en que la salida de la fruta de las distintas regiones se produzca siguiendo un correcto escalonamiento y que la climatología en los principales focos de consumo en Europa alcance pronto y sostenidamente temperaturas estivales, favorables al consumo.