picotas, cereza, Jerte
Frutas

DOP Cereza del Jerte apoya la declaración de zona catastrófica

La Denominación de Origen Protegida (DOP) Cereza del Jerte ha mostrado su apoyo a la declaración de zona catastrófica para el Valle del Jerte tras las pérdidas ocasionadas por la lluvia el sector cerecero, pero pide "medidas concretas para que no quede en un brindis al sol".

El presidente de la DOP Cereza del Jerte, José Antonio Tierno, ha lamentado la pérdida de la «práctica totalidad» de la campaña de cereza del Valle del Jerte por las fuertes lluvias caídas durante los últimos días.

Según los cálculos del Consejo Regulador de la DOP, el 80 % de la cosecha «está dañada y se da por perdida».

Hasta el momento, solo se había recogido el 20 % de la cosecha, y una gran mayoría de las cerezas que están en los árboles están rajadas, podridas o manchadas por el exceso de humedad.

Las primeras estimaciones señalan que el temporal ha echado a perder «entre 18 y 20 millones de kilos» de cereza en Cáceres, lo que se traduce en pérdidas aproximadas de hasta 70 millones de euros.

Se trata de una cifra preliminar porque aún no se sabe con exactitud el alcance total de los daños.

En este sentido, las perspectivas «no son halagüeñas porque se espera que siga lloviendo en la región durante los próximos días», ha indicado Tierno, que ha expresado su solidaridad con los agricultores afectados.

La pérdida de la cosecha supone una catástrofe para el Jerte porque la totalidad de las familias del valle dependen, en diferentes niveles, del cultivo de la cereza», ha afirmado Tierno.

«Hay que tener en cuenta que la economía de la zona depende entre un 70 % y un 80 % de estas frutas. Por tanto, esta situación supone tener que vivir solo con el 20 % de la renta», ha enfatizado el presidente.

Asimismo, ha detallado que en el caso de que finalmente se pueda salvar una pequeña parte de la cosecha, «el objetivo será exportar la mayor cantidad de producto posible porque es donde se obtiene el mayor valor, pero esto supone un mayor riesgo porque la fruta estaría en condiciones delicadas y podría no aguantar bien el proceso».

La campaña ya empezó de manera atípica este año porque la floración se retrasó entre 10 y 12 días por el déficit de lluvias.

Aunque posteriormente, las altas temperaturas favorecieron el desarrollo de los frutos, y, hasta este momento, se esperaba que la cosecha fuera buena, tanto en volumen como en calidad del producto.

Picotas

La campaña de picotas, que supone un 20 % o 25 % del total de la zona, entraba ahora en proceso de recolección y, por el momento, la incidencia de rajas en esta variedad se limita a entre el 10 % y el 15 % de la cosecha, «pero si sigue lloviendo tal y como está previsto, se acabará rajando también», ha lamentado.

Las picotas, además, son muy sensibles a desarrollar manchas, lo que reduce su valor en el mercado.

El presidente de la DOP Cereza del Jerte, José Antonio Tierno, ha lamentado la pérdida de la «práctica totalidad» de la campaña de cereza del Valle del Jerte por las fuertes lluvias caídas durante los últimos días.

Según los cálculos del Consejo Regulador de la DOP, el 80 % de la cosecha «está dañada y se da por perdida».

Hasta el momento, solo se había recogido el 20 % de la cosecha, y una gran mayoría de las cerezas que están en los árboles están rajadas, podridas o manchadas por el exceso de humedad.

Las primeras estimaciones señalan que el temporal ha echado a perder «entre 18 y 20 millones de kilos» de cereza en Cáceres, lo que se traduce en pérdidas aproximadas de hasta 70 millones de euros.

Se trata de una cifra preliminar porque aún no se sabe con exactitud el alcance total de los daños.

En este sentido, las perspectivas «no son halagüeñas porque se espera que siga lloviendo en la región durante los próximos días», ha indicado Tierno, que ha expresado su solidaridad con los agricultores afectados.

La pérdida de la cosecha supone una catástrofe para el Jerte porque la totalidad de las familias del valle dependen, en diferentes niveles, del cultivo de la cereza», ha afirmado Tierno.

«Hay que tener en cuenta que la economía de la zona depende entre un 70 % y un 80 % de estas frutas. Por tanto, esta situación supone tener que vivir solo con el 20 % de la renta«, ha enfatizado el presidente.

Asimismo, ha detallado que en el caso de que finalmente se pueda salvar una pequeña parte de la cosecha, «el objetivo será exportar la mayor cantidad de producto posible porque es donde se obtiene el mayor valor, pero esto supone un mayor riesgo porque la fruta estaría en condiciones delicadas y podría no aguantar bien el proceso».

La campaña ya empezó de manera atípica este año porque la floración se retrasó entre 10 y 12 días por el déficit de lluvias.

Aunque posteriormente, las altas temperaturas favorecieron el desarrollo de los frutos, y, hasta este momento, se esperaba que la cosecha fuera buena, tanto en volumen como en calidad del producto.

La campaña de picotas, que supone un 20 % o 25 % del total de la zona, entraba ahora en proceso de recolección y, por el momento, la incidencia de rajas en esta variedad se limita a entre el 10 % y el 15 % de la cosecha, «pero si sigue lloviendo tal y como está previsto, se acabará rajando también», ha lamentado.

Las picotas, además, son muy sensibles a desarrollar manchas, lo que reduce su valor en el mercado.