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Internacional

Difícil campaña para los productores de patata del noroeste europeo

El encarecimiento de la semilla y las lluvias, que alargaron la plantación en Alemania, Holanda, Francia y Bélgica durante 10 semanas, han marcado una campaña en la que la superficie ha crecido un 7 %, si bien se esperan rendimientos similares a 2023.

La campaña 2024 de patata, aún en marcha en el noroeste europeo, “ha sido difícil, estresaste, arriesgada y cara para los productores”, ha afirmado la Asociación de Productores de Patata de Alemania, Holanda, Francia y Bélgica (NEPG, por sus siglas en inglés).

La superficie de estos cuatro países ha aumentado un 7 %, hasta las 560.000 hectáreas (37.000 más que un año antes) y la producción global, según el NEPG, será de más de 22,7 millones de toneladas, superior a la media de los últimos cinco años. “El rendimiento medio por hectárea será similar al año pasado”, detallan.

La campaña, según el NEPG, ha estado marcada por un sinfín de “problemas y desafíos”. Por un lado, la falta de semilla elevó su precio, el uso de semilla cortada y obligó al cultivo más de 80 variedades diferentes para la industria transformadora, sobre todo en Bélgica.

Por otro lado, las lluvias durante la temporada de siembra y el verano hicieron que las plantaciones se extendieran durante 10 semanas, fundamentalmente en Bélgica y el sur de los Países Bajos, y en menor medida en Francia y Alemania.

“La mayoría de las plantaciones se produjeron en condiciones de mala estructura del suelo”, explican desde el NEPG, y avanzan que esas precipitaciones, “antes, durante y después de las siembras provocaron una de las presiones de tizón tardío más grandes de la historia”.

Desde el NEPG alertan de la necesidad de prestar atención a la cosecha y el almacenamiento en las próximas semanas, ya que, en el caso de algunas variedades, “podrían o ser aptas para el almacenamiento”.