Esta cifra supone un 30 % menos de producción respecto a la pasada campaña, cuando se obtuvieron 56.750 toneladas, según ha informado Cooperativas Agro-alimentarias.
De esta manera, según las previsiones, casi todas las frutas de hueso disminuyen su producción respecto a la pasada campaña, en especial el albaricoque que el pasado año se saldó con 12.500 toneladas y la previsión para 2021 es de 4.375 toneladas, lo que supone una merma del 65 %.
El portavoz de Frutas de Hueso de Cooperativas, José Carlos Blázquez, ha achacado esta reducción en el albaricoque sobre todo a las heladas primaverales, en especial de la segunda quincena de marzo, que «han afectado en mayor parte a la fruta de media estación», ha remarcado.
Asimismo, otra de las frutas que se ha visto más afectada por las condiciones meteorológicas es el melocotón amarillo (pavía), que pasa de 52.000 toneladas a 31.200, un 40 % menos en esta campaña.
Además, otras frutas de hueso de reciente cultivo en la región como el paraguayo, nectarina o melocotón también experimentan un descenso del 29 %, 38 %, 40 %, respectivamente.
Por otro lado, entre los aspectos destacados de esta campaña, Blázquez ha señalado que «la variedad de albaricoque búlida sigue siendo la más demandada», al tiempo que ha constatado el descenso de la superficie plantada en la región de albaricoque y melocotón amarillo, de modo que en el caso del albaricoque se sustituyen incluso por otras variedades como el almendro.
No obstante, ha subrayado que la calidad esperada es «muy buena» y el calendario de producción se prevé similar al de otras campañas, si bien ha advertido de que estará condicionado por el tiempo que haga en los próximos meses.
Respecto a precios, ha apuntado que la «fuerte bajada» de producción de fruta de hueso en toda la Unión Europea «hace pensar en una posible subida de precio ante la previsible escasa oferta».
En cuanto a la producción, ha indicado que Albacete concentra el 95 % del cultivo de la variedad pavía y albaricoque en Castilla-La Mancha, y sus comarcas de Hellín y Tobarra son unas de las principales zonas productoras.
Blázquez también ha puesto el acento en el impacto socioeconómico por el importante número de jornales de trabajo que se generan en las comarcas de producción, ante lo que ha asegura que las cooperativas están en una situación económica «muy difícil» y ha reclamado que se articulen medidas para aliviarla y evitar así que están abocadas al cierre.