Está hecha para resistir más de 100 usos y tiene capacidad para 15 kilos, y con ella la cooperativa quiere que se reduzca el consumo de bolsas porta-compra de plástico reciclado en la línea de cajas, según ha informado en un comunicado.
Esta nueva bolsa, más resistente, está hecha de un único material, con tintas al agua, lo que la hace más sostenible y facilita su reciclado. Su coste será de 0,50 euros, el mismo precio que tenía la antigua de rafia.
Esta medida se suma a la que la cooperativa llevó a cabo el pasado mes de abril, cuando sustituyó sus bolsas porta-compra convencionales por otras realizadas con más de un 70 % de plástico reciclado.
Con esa medida, la cooperativa está reduciendo un 80 % el plástico que pone en el mercado por la sustitución de sus bolsas, cifrado en unas 873 toneladas de plástico al año.
Así, Consum pone a disposición de sus clientes tres tipos de bolsas de plástico reciclado: la que sustituye a la de rafia (0,50 euros), y las dos porta-compra de más de un 70 % de plástico reciclado (una pequeña a 0,05 euros y otra grande a 0,10 euros, reutilizable de más de 15 usos). También ofrece una bolsa de papel reciclado a 0,10 euros, implantada en todas sus tiendas desde diciembre de 2018.
Consum sigue trabajando para que las bolsas de plástico reciclado sean fabricadas de la recuperación de material plástico de la propia cooperativa, en una apuesta por la economía circular y reducción, aún más, del plástico generado.
La cooperativa ha obtenido el sello Reduzco del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) por la disminución acumulada total de un 21,4 % de su huella de carbono desde 2015, año base para su cálculo.
Es la única empresa de la distribución alimentaria de España en conseguir dicho distintivo, que acredita su sostenibilidad ambiental, y que se suma al sello Calculo que Consum tiene desde hace cuatro años, según la empresa.
La progresiva reducción de la huella de carbono global de la cooperativa ha sido posible, en gran parte, por la implantación del refrigerante natural CO 2 de temperatura positiva y negativa en las nuevas aperturas, así como por la sustitución en los centros ya existentes de refrigerantes convencionales por otros de calentamiento atmosférico menor.