Esta idea la ha defendido en la clausura de la jornada «Andalucía merece otra PAC», que COAG Andalucía ha celebrado en Sevilla con la asistencia de más 300 personas y del consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro, ha informado en un comunicado la organización agraria.
El secretario general de COAG-A ha señalado que el «ajuste financiero del 8,6 %, impuesto por Bruselas y aplicado de forma lineal por Madrid, supuso unas pérdidas para Andalucía de 260 millones, con recortes a más de 200.000 perceptores de menos de 5.000 euros (que antes estaban exentos) mientras los grandes perceptores de ayudas, los que reciben más de 300.000 euros, se vieron beneficiados (ya que antes se les aplicaba una modulación del 14 % y ahora tendrán un recorte del 8,6 %)».
Ha asegurado que Andalucía fue la única comunidad autónoma que perdió tanto en las ayudas directas (pago básico, pago verde, jóvenes y pequeños agricultores) como en desarrollo rural «y no se vio compensada con unas ayudas asociadas que se diseñaron con un criterio político y sin base objetiva».
Por ejemplo, en sectores como la remolacha o el tomate de industria Andalucía sufrió un «agravio comparativo» respecto a otras zonas productoras, ya que mientras la remolacha del sur recibe 316 euros por hectárea, la del norte recibe 499, ya que se ha tomado como criterio el rendimiento.
En cambio, en el tomate de industria, ocurre lo contrario, pues Andalucía es más productiva pero tiene menos superficie y se ha tomado este criterio, la superficie, para conceder la ayuda.
Y sólo se le puso topes al girasol, el cultivo en el que destaca Andalucía, que, por tanto, también pierde fondos, ha denunciado el dirigente agrario.
Además, ha lamentado que «se quedan sin apoyo o insuficiente sectores estratégicos o en grave riesgo de abandono como el olivar en pendiente, la uva pasa, la aceituna de mesa, el trigo duro, la ganadería o los frutos secos».
Por eso, ha considerado imprescindible que en la PAC 2021-2027, que actualmente se negocia en Bruselas y en su aplicación en España por parte del nuevo ministro de Agricultura, Luis Planas, «haya un cambio de rumbo para reparar el agravio cometido con Andalucía».
En este sentido, el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha afirmado que «no puede volver a pasar lo que ocurrió en el anterior debate nacional», cuya consecuencia fue que «Andalucía perdió 1.052 millones de euros».
Sánchez Haro ha alertado de que el recorte del 16 % a la asignación de la PAC que propone la Comisión Europea (un 12 % menos en las ayudas directas y un 26 % menos en los fondos de desarrollo rural) «sólo traerá mayor precariedad de la renta y el empleo agrarios y abandono de la actividad y despoblación del medio rural».
Ha sostenido que la PAC «ha de revertir esta situación de peligro, no ahondar en ella» y ha defendido que «los agricultores, los ganaderos y profesionales andaluces deben contar con un presupuesto justo, digno y a la altura de las necesidades y características de esta agricultura».