Grupo Clasol y la Cooperativa San Alfonso han anunciado este miércoles su integración con el objetivo de crear un grupo hortofrutícola líder, que prevé facturar más de 120 millones de euros en la campaña 2023/2024.
Esta nueva alianza centrará su innovador modelo de negocio en la producción de cítricos y fruta de hueso, y de momento, continuará operando en el mercado bajo la marca Clasol.
Cuenta con cuatro centros de confección distribuidos por el arco mediterráneo, 2.500 hectáreas de producción y más de 2.000 empleados.
El resultado de la integración es un operador del sector hortofrutícola con capital 100 % valenciano integrado verticalmente de origen a destino (cultivo, procesado, comercialización y transporte).
La estrategia comercial se orientará a cadenas de alimentación, con una previsión de facturación para la campaña 2023/2024 superior a 120 millones de euros y suministro a más de 30 países.
Emilio Balaguer, presidente de la Cooperativa San Alfonso, afirma que, actualmente, y con los últimos movimientos en el sector, “las cooperativas quedan en tierra de nadie y deberán seguir reinventándose”.
Precisamente por ello, considera que “esta integración nos permitirá afrontar los retos a los que nos enfrentamos: incrementar volúmenes de fruta propia, reconversión varietal e inversión en modernización de almacenes”
Por su parte, César Claramonte, CEO de Grupo Clasol, asegura “estamos creando un modelo de negocio pionero e independiente para defender los intereses de los pequeños agricultores locales -actualmente 800 familias-, así como un plan de viabilidad económico alternativo para los casos en los que no exista relevo generacional y/o cooperativas de menor tamaño”.
“Nuestra pretensión es ser una plataforma referente para la integración de un proyecto gestionado por agricultores”, insiste.
Previsión a cinco años
El nuevo grupo empresarial tiene previsto realizar grandes inversiones en sus centros de confección y manipulado, así como en sus cultivos orientados principalmente a los cambios varietales para disponer de productos con mayor demanda en el mercado a un precio competitivo.
En este sentido, Claramonte explica que “tenemos un ambicioso plan de negocio a 5 años que nos permitirá adquirir el tamaño suficiente para suministrar a los clientes en igualdad de condiciones con los grandes grupos hortofrutícolas existentes, formados por fondos de inversión, manteniendo nuestra independencia e intereses al servicio de la agricultura”.